
El pasado domingo en Hostalric se vivieron momentos desagradables en el seno de la colla gegantera de Puigcerdá.
Ahora se dirá que la señora Roser Peñarroja renuncia o ya renunció "por motivo personales" frase que le encanta a los políticos a modo de tapar errores.
Pero el tema, lo que pasó, debe de haber sido muy grave cuando el mismo lunes se efectuaron varias llamadas a la gente de la colla de grallers de Bellver pidiendo disculpas, desde la regidora Vacas hasta -al parecer- el propio Planella.
Por espacio de un año los vecinos de Bellver se harán cargo de la colla, e intentarán algo casi imposible: dejar la colla en manos de vecinos de Puigcerdá.
Una vez más la noria comienza a rodar, una vez más los gigantes de la villa ven peligrar su existencia, bueno, cabe destacar que en el trayecto a la vila, el gigante sufrió serios daños en uno de sus brazos.
Y ni hablar del patetico espectáculo que algunos de los al parecer ya ex-integrantes de la colla brindaron y que ha sido motivo de varios correos de geganters que estuvieron allí.
¿Qué es en realidad lo que falla?
¿Por qué una preciosa tradición se ve una y otra vez envuelta en problemas?
Es evidente que la regidora Vacas es responsable directa de este problema, de la misma forma que se multiplican problemas similares en la colla de correfocs,como los hubo -o aún persisten- en las mayorets.
Hoy mismo contemplaba un llamamiento efectuado por la colla de Villalobent, para el ingreso de grallers en su colla EN CASTELLANO, cosa que cuando nosotros la hicimos, un poco más y nos mandan presos, pero, hombre ,esta vez lo hiciron "gente del país", a ellos esto se les tolera y no se les cuestiona, a los inmigrantes sí.
Son muchos los fallos,son muchos los errores y no solo los relacionados con las collas, vale la pena recordar la molestia que causó la ubicación de la caseta de la radio andorrana, o las casi dos horas de retraso del montaje del escenario en una fiesta del lago y así podríamos seguir todo el día.
Regresemos al tema gigantes, por delante y en cuenta regresiva está un año en el que los vecinos en su gran mayoría de Bellver, se harán cargo de los gigantes de Puigcerdá.
Señora Vacas, señor alcalde: ¿eso no le produce una profunda verguenza? ¿ esta situación no le parece penosa? ¿no les parece que podrían haberse evitado esta situación? ¿cómo piensan ustedes que han quedado frente a la familia gegantera de Catalunya?
Esto es no solo preocupante, es penoso, da verguenza, es digno de pedir disculpas públicamente, es, sin duda un fracaso sonado y rotundo de una gestión llevada adelante por alguien que por más que se autoproclame gegantera, es incapaz de gestionar de forma aceptable el tema.
Para muchas collas de Catalunya esto hoy y por mucho tiempo es tema de referencia, pero, por desgracia es para tomar como ejemplo todo aquello QUE NO SE DEBE HACER CON UNA COLLA, por ejemplo, politizarla y utilizarla como plataforma personal de una regidora que pretende a través de ella mostrarle a sus vecinos que al parecer es capaz de hacer grandes cosas.
Por desgracia para ella y sobre todo por desgracia para la tradición y los vecinos de la villa, solo ha conseguido fracasos increibles y caprichosamente ridículos.
El tema es que quien pierde es la villa, y no slo pierde en tradición, en imagen, también pierde en dinero.
Pierde en dinero por que, al menos hasta hoy no se han conocido avances en el teme colla de grallas que puso en marcha la regidora Vacas, es más, era uno de los puntos en el programa electoral de ERC.
Eso sí, si lo critico hoy es que soy un resentido, una mala persona, un sevidor de la oposición, un inmigrante que solo persigue el desgaste del gobierno municipal.
Pero si no hace falta, si se están cargando todo ellos mismos, si son ellos quienes ponen piedras en el camino, si son victimas de su propia incapacidad y se pierden en su desmedida sobervia, en su vanidad y en su pedestal de barro.
Mientras tanto, la colla gegantera de Puigcerdá nuevamente se encuentra en estado de analepsia, casi en la UVI, es penoso, es preocupante, es sobre todo fruto de lo sembrado por el señor alcalde y la regidora Vacas, lo peor es que el último capitulo no se ha escrito aún.
Y todo por politizar una tradición, todo por ser pésimos gestores, por no saber ser ante todo, capaces de separar la vanidad de la humildad, el rencor de no aceptar una critica de la humildad, sigan así, señores, de momento, la gente de la villa pierde, el tiempo me dá la razón y la imagen de la villa queda a la altura del suelo, patético, propio de personas que pisotean la confianza del pueblo que los votó.
Comentarios
El tema del ayuntamiento y la colla es de vergüenza.