A veces el abrir el correo te proporciona desagradables sorpresas, hoy ha sido uno de esos días.
Después de 2 semanas de agotadoras y extensas jornadas, con apenas tiempo, al fin regreso a la aparente normalidad, pero con noticias como las que leo, mejor casi seguir en el frenético ritmo que traía.
Indignación, rabia, impotencia, palabras con las cuales apenas puedo describir lo que siento, al leer el correo y enterarme de que unos vándalos, descerebrados, incívicos e imbéciles han destrozado el pesebre gigante que se construyó en la villa.
Si bien estuve hoy por la mañana en la villa e incluso me dí una vuelta por la plaza Santa María, vi el pesebre, no noté los daños producidos.
Pero al ver las fotografías de la inauguración comprendí que los daños eran más graves de lo que aparentaba, por ejemplo, ya no sale agua por la cascada, e incluso noté que al medio de la montaña también se notaba la unión, ahora comprendo cómo un trabajo espléndidamente logrado dejaba ver algunas carencias y otros defectos.
Es que ni carencias ni defectos, claro, si van cuatro subnormales y destruyen el pesebre, cómo iba a pretender más. Evidentemente, el artesano que llevó adelante su construcción debe haber trabajado a marchas forzadas para reparar los daños, doble mérito para este señor o señora.
Pero actos como éste son los que uno sienta que se le revuelven las tripas y se le cierran los puños, no sé si fueron jóvenes o no, ni si son de la villa o de fuera, lo que sí sé que no tienen ni idea de valores, ni de principios ni educación.
Tamaña hazaña que de verdad y de todo corazón deseo que cuelguen en internet así se los puede pillar y darles su merecido, sean quienes sean.
Es verdad que desde hace 5 años la villa sufre actos vandálicos, pero que no se confunda nadie: muchos de los mismos son cometidos por gente de la villa, entre ellos, las pintadas, la rotura de papeleras de diversas calles, algunos contenedores quemados, rotura de macetas y pìntadas incluso en los ascensores, entre ellos, el del parking municipal.
Y con esto no quiero quitarle responsabilidad a aquellos que nos visitan, no, ni mucho menos, pero, hombre, si hasta suerte tienen que justo cuando comenten "el chiste" las vídeocámaras no funcionaban, increíble, o quizás, además de incívicos, además de gamberros sin sentido alguno de la responsabilidad, seguro que tomaron las precauciones.
Dicen que los hijos se educan según lo que ven en su casa, suponiendo que son jóvenes, dudo que sea así, quiero creer que la escala de valores no ha caído tan bajo, si bien es verdad que muchísimos padres hoy en día están tan ocupados en darle más y más cosas materiales que se olvidan de darles lo principal: afecto, cariño, comprensión y sobre todo, ya no los escuchan, ya no hay tiempo y suplen esas carencias dándoles 4 duros más sin saber si luego los gastan en alcohol, drogas o lo que sea.
El tema es que el ayuntamiento y un par de empresarios se unen para darle a los vecinos y a los turistas una motivación a través de un pesebre gigante y vienen 4 imbéciles y se lo cargan.
Qué decir sino que se ha cometido un acto vandálico más, pero en este caso, sean católicos o no, sean de la villa o de fuera, sean extranjeros, catalanes o españoles, el tema es que la farra que se mandaron se lleva por delante una muestra de tradición, de unidad, de confraternidad, se llevan por delante días y días de trabajo, se llevan por delante mucho esfuerzo y también se llevan el rechazo, seguro, de toda la villa y de todos aquellos que amamos esta hermosa tradición.
Quizás sería hora de que la justicia fuese pero que mucho más dura con actos como éste, no llevándolos a la cárcel, pero sí ponerlos a realizar trabajos sociales o si están tan aburridos como para hacer esto, pues a la montaña, a hacer trabajos de limpieza que bastante bosque hay para limpiar, por que con todo respeto a los tarados, estos, de tan tarados que son, quedan fuera de concurso.
Para terminar: si el o los que hicieron esto tienen algo en contra de Agustí García, Josep Condominas o incluso el ayuntamiento, piensen que ni los vecinos, ni el propio García, que se pasó más de 15 horas al día por espacio de varios días para hacer esto, se merecen que tú o vosotros se diviertan de esta forma, no es ni mucho menos graciosa la faena que se han mandado.

Imagen de la noche de la inaugaración, foto de Emili Gimenez
Después de 2 semanas de agotadoras y extensas jornadas, con apenas tiempo, al fin regreso a la aparente normalidad, pero con noticias como las que leo, mejor casi seguir en el frenético ritmo que traía.
Indignación, rabia, impotencia, palabras con las cuales apenas puedo describir lo que siento, al leer el correo y enterarme de que unos vándalos, descerebrados, incívicos e imbéciles han destrozado el pesebre gigante que se construyó en la villa.
Si bien estuve hoy por la mañana en la villa e incluso me dí una vuelta por la plaza Santa María, vi el pesebre, no noté los daños producidos.
Pero al ver las fotografías de la inauguración comprendí que los daños eran más graves de lo que aparentaba, por ejemplo, ya no sale agua por la cascada, e incluso noté que al medio de la montaña también se notaba la unión, ahora comprendo cómo un trabajo espléndidamente logrado dejaba ver algunas carencias y otros defectos.
Es que ni carencias ni defectos, claro, si van cuatro subnormales y destruyen el pesebre, cómo iba a pretender más. Evidentemente, el artesano que llevó adelante su construcción debe haber trabajado a marchas forzadas para reparar los daños, doble mérito para este señor o señora.
Pero actos como éste son los que uno sienta que se le revuelven las tripas y se le cierran los puños, no sé si fueron jóvenes o no, ni si son de la villa o de fuera, lo que sí sé que no tienen ni idea de valores, ni de principios ni educación.
Tamaña hazaña que de verdad y de todo corazón deseo que cuelguen en internet así se los puede pillar y darles su merecido, sean quienes sean.
Es verdad que desde hace 5 años la villa sufre actos vandálicos, pero que no se confunda nadie: muchos de los mismos son cometidos por gente de la villa, entre ellos, las pintadas, la rotura de papeleras de diversas calles, algunos contenedores quemados, rotura de macetas y pìntadas incluso en los ascensores, entre ellos, el del parking municipal.
Y con esto no quiero quitarle responsabilidad a aquellos que nos visitan, no, ni mucho menos, pero, hombre, si hasta suerte tienen que justo cuando comenten "el chiste" las vídeocámaras no funcionaban, increíble, o quizás, además de incívicos, además de gamberros sin sentido alguno de la responsabilidad, seguro que tomaron las precauciones.
Dicen que los hijos se educan según lo que ven en su casa, suponiendo que son jóvenes, dudo que sea así, quiero creer que la escala de valores no ha caído tan bajo, si bien es verdad que muchísimos padres hoy en día están tan ocupados en darle más y más cosas materiales que se olvidan de darles lo principal: afecto, cariño, comprensión y sobre todo, ya no los escuchan, ya no hay tiempo y suplen esas carencias dándoles 4 duros más sin saber si luego los gastan en alcohol, drogas o lo que sea.
El tema es que el ayuntamiento y un par de empresarios se unen para darle a los vecinos y a los turistas una motivación a través de un pesebre gigante y vienen 4 imbéciles y se lo cargan.
Qué decir sino que se ha cometido un acto vandálico más, pero en este caso, sean católicos o no, sean de la villa o de fuera, sean extranjeros, catalanes o españoles, el tema es que la farra que se mandaron se lleva por delante una muestra de tradición, de unidad, de confraternidad, se llevan por delante días y días de trabajo, se llevan por delante mucho esfuerzo y también se llevan el rechazo, seguro, de toda la villa y de todos aquellos que amamos esta hermosa tradición.
Quizás sería hora de que la justicia fuese pero que mucho más dura con actos como éste, no llevándolos a la cárcel, pero sí ponerlos a realizar trabajos sociales o si están tan aburridos como para hacer esto, pues a la montaña, a hacer trabajos de limpieza que bastante bosque hay para limpiar, por que con todo respeto a los tarados, estos, de tan tarados que son, quedan fuera de concurso.
Para terminar: si el o los que hicieron esto tienen algo en contra de Agustí García, Josep Condominas o incluso el ayuntamiento, piensen que ni los vecinos, ni el propio García, que se pasó más de 15 horas al día por espacio de varios días para hacer esto, se merecen que tú o vosotros se diviertan de esta forma, no es ni mucho menos graciosa la faena que se han mandado.

Imagen de la noche de la inaugaración, foto de Emili Gimenez
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