
Pensando en Rosa Seoane y el calvario que esta mujer residente en la villa de Puigcerdà está atravesando me cuestiono si de verdad existe justicia en España.
Sinceramente creo que no, basta recordar algunos casos sonados, el "RAFITA" por ejemplo, violador y asesino confeso, y no un asesinato "normal" por así decirlo sino con saña, con tremenda crueldad y por si fuese poco, quemando el cadaver de la pobre chica.
Con más antecedentes que pelos tiene en la cabeza, es, sin duda, un elemento irrecuperable para la sociedad y es evidente que un contínuo dolor de cabeza.
Pero hablemos de vivienda...........pongamos un escenario virtual, con nombres y situaciones imaginarias pero que sabemos que son una cruda molesta e incompresible realidad en todo el territorio español.
Diana y Alberto se han comprado el pasado año una casita, la de sus sueños en la periferia de la ciudad, luego de años de esfuerzos y sacrificios reunen el dinero para la entrada, ahora queda la hipoteca, pero es SU casa.
Este verano han decidido tomar unas merecidas vacaciones, nada, apenas 10 días, pero por lo menos desconectarán.
Al regresar a su casa encuentran que la misma ha sido ocupada por intrusos, inmediatamente llaman a las autoridades.....................pero resulta que han pasado más de 48 horas de esa "okupación" y ante la ley, al no haber realizado la correspondiente denuncia, poco se puede hacer.
Así que ambos, impotentes habrán de comenzar una larguísima, costosa y ardua batalla judicial, pero mientras tendrán que seguir pagando telefono, luz, agua, gas......................e HIPOTECA, mientras, los intrusos además de destrozarle la casa, viven allí cómodamente y a expensas de la pareja que con un poco de suerte podrá hacerlo en casa de uno de sus padres.
Es en una de las situaciones que uno se pregunta ¿dónde narices está la justicia? ¿ es este un país del primer mundo en donde hemos de verdad avanzado?
Pero regresemos a la realidad, un vecino desesperado, en el paro, lleno de deudas, decide asaltar un banco, el mismo banco en el que tiene su cuenta, sí, el de su barrio, pero lejos de lograr su cometido lo que logra es ir de cabeza a la carcel por intento de robo.
Mientras un tal Millet saquea el Palau en una "ínfima" cifra de unos pocos millones, vamos, entre 25 y 32, según los medios de comunicación, ¿ y qué? nada, unos días de cárcel, pero poco más, ni hablemos del tráfico de influencias en los terrenos que recalificaron para que este pobre señor sea un poco más rico.
Millet ha robado de forma descarada y está en libertad, quizás por que si abre la boca puede salpicar a tanta gente y largar tanta mierda que a nadie le interesa que esto pase, a ver si gracias a que este señor por una minucias de unas pocas monedas va a la carcel y entonces para rebajar su condena habla y luego son varios los notables que lo acompañan como vecinos de celda.
Podríamos poner mil ejemplos, pero creo y espero haber sido bastante gráfico y claro.
¿Tenemos una justicia eficiente? NO ¿Tenemos un sistema legislativo acorde a los tiempos que vivimos? NO ¿Tenemos políticos que propongan leyes para evitar que unos cuantos personajes aprovechen nuestras vacaciones para quedarse con nuestras casas? NO
Tenemos una clase política, sobre todo en Cataluña que piensa en que al llegar al gobierno lo mejor que puede hacer es buscarse varios cargos y no solo para él sino para sus amigos y familiares.
Pero de proyectos de ley que protejan a los ciudadanos no, a no ser que sean personas con buenas propiedades o buenos números en su cuenta bancaria.
Legislan para los que tienen y en detrimento de los que no tienen nada o que no pueden defenderse, legislan de espaldas a la gente, gobiernan por y para su beneficio y al pueblo que le den morcilla.
Y en medio de esto, una vecina de Puigcerdà ha cometido un delito, es culpable de haber perdido su única hija.
Es culpable de encontrarse mal, de tener que tomar pastillas para dormir, es culpable de que gracias a un mal estado de las rejillas de ventilación su hija se haya muerto.
Es culpable de que su estado de salud, su estado emocional, físico y psicológico no sea el adecuado y que gracias a lo que le tocó pasar hoy no pueda ya trabajar.
Es culpable de haber alquilado un piso y que éste no se encontrara en las condiciones adecuadas y que aquello a lo que llamamos "justicia" tenga la agilidad más que suficiente para el desahucio pero no para dar sentencia en lo concerniente a la muerte de su hija.
Es culpable de estar pagando el entierro de su única hija y no poder pagar el alquiler del piso.
Es culpable de encontrarse en un estado que necesita atención profesional, sí, y que la lleva a no querer salir del piso en donde están los recuerdos de la persona que más amaba.
Por eso y por haberle iniciado un juicio a los dueños del piso es culpable.
ES CULPABLE DE RECLAMAR JUSTICIA.
Y como es culpable, debe 1 año y medio de alquiler, se atrevió a denunciarlos y por si fuese poco, hace campaña y manifestaciones, el próximo 15 irá de patitas a la calle.
¿Es esto justicia? Para algunos impresentables, la manifestación fué apoyada por menos que una minoría, o sea, poco ruido, pocas consecuencias, terreno más que propicio para no frenar nada, para dejarla más que tirada en la cuneta, total, al fin y al cabo "ni siquiera es de aquí".
Se legisla rápida y eficazmente a favor de algunos pocos y en contra de muchos que no tienen nada.............................¿O SÍ? por que al fin y al cabo, tienen memoria, tienen dignidad, tienen sentimientos, tienen amor propio, saben lo que es la compasión y la solidaridad, y por último, tienen el poder de decidir a quienes eligen con su voto.
Ojalá y al menos en Puigcerdà los vecinos de la villa, madres, padres y abuelos tengan todo lo antes nombrado, Dios quiera que así sea, ojalá que pronto sea haga justicia, por todas las Rosas que tienen que pasar por este amarguísimo trago.
Y no solo por los políticos insensibles, no sólo por una mala y desiquilibrada "justicia", también por algunos hipócritas que se dicen periodistas, pero que, curiosamente para algunas noticias han de ser compañeros que están a más de 100 kilometros quienes cubran una nota como la que ocupa el caso de Rosa Seoane.
Luego de esto me sigo preguntando si existe justicia en España y la respuesta me llega como una gran y ruidoso grito: NO.
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