
En la noche de ayer Pirineus TV anunciaba en su noticiero que Albert Piñeira será la cabeza de lista por CiU en Puigcerdà.
Por unanimidad ha sido elegido como el responsable de llevar -o no- a su formación política hasta el gobierno municipal de la villa.
No tengo idea si las tiene todas consigo, frente a él tendrá al todopoderoso Planella, quien ya hace semanas que confirmó que se presentaría a la reelección.
Conocí a Piñeira cuando desempeñaba funciones en el Consell Comarcal en atención ciudadana, un hombre joven, pausado, tranquilo, amable, siempre dispuesto a solucionar los problemas que le presentabamos.
Cercano a la gente, nunca le he conocido un mal gesto y al contrario, en las charlas que hemos tenido en algunas ocasiones ha demostrado ( al menos desde mi punto de vista) madurez, sensatez, buen tino, sentido de responsabildad y lo que es realmente importante: preparación.
Si tengo que dar mi opinión en cuanto a su actuación a nivel municipal, pues...................demasiado han respetado o contemplado a este actual gobierno municipal.
Gobierno municipal que por cierto les ha negado un despacho o sitio que les corresponde por derecho constitucional, lo mismo que un telefono, incluso he sentido por ahí que en algunos casos alguna correspondencia no les llega en condiciones.
Sin embargo, en esa actitud de guante blanco, han sabido alzar la voz con respeto, claro que me hubiera gustado que con más firmeza.
Hoy el hasta ahora concejal y diputado más joven de la provincia se prepara para dar lucha y comienza entonces a trazar la hoja de ruta que lo conduzca a conquistar el gobierno municipal.
Veremos cuales son sus compañeros de viaje. Comenzaremos a escudriñar en sus propuestas.
En lo que hoy leo acerca de su flamante candidatura destacan sus primeros grandes trazos, aparcamiento ( ¿será unos de los tantos imbéciles que piensa que en Puigcerdà falta aparcamiento?), de una gestión económica más rigurosa ( hombre, si apenas estamos en un 83% de endeudamiento) .
Habla de una mejora de la promoción turística en la villa, además de comercial.
Turismo................................ostres,,,,,,,,,,,,,,,,,es que recuerdo algunas de las geniales iniciativas de la regidora, secundadas, apoyas y promociandas por Don Planella, como por ejemplo el hermanamiento con Sitges, o las pisadas culturales, entre otras grandes cosas................el caso es que como no sea un par de detallitos mínimos, turismo al igual que casi todas las regidurías del ayuntamiento poco han hecho - o nada- a no ser obras, claro, como la "democratica" remodelación de las plazas.
Dura y ardua tarea le espera al futuro alcalde de la villa, de ser alguien que no sea Planella.
Ni falta que hace entrar en debates corrosivos, para qué, creo que los vecinos ya han visto, padecido y soportado atropellos, injusticias y barbaridades al por mayor.
Han visto gastos inútiles, de la misma forma que han visto desaparecer lo bueno y hermoso del encanto que tenía la villa.
A Piñeira si llega a ser alcalde le va a hacer falta más que la ya demostrada preparación, yo diría que tendrá que apelar a toda su capacidad, al trabajo en equipo (cosa que hoy no existe, hoy sólo son órdenes) a todo su ingenio.
El que llegue a gobernar Puigcerdà tendrá que luchar para sacar una villa del pozo, del pozo económico, incluso moral de más de un vecino, por que ya no tenemos una villa con encanto, ni tenemos una villa acogedora, es más, nuestro principal estandarte que es el campanario hoy se asemeja con sus luces a un club de alterne.
Muchas cosas le diría a Piñeira, algunas cuantas propuestas algunas de las cuales podrían servir, sobre todo en temas de integración, de medio ambiente y otras cuantas, pero no aquí, por que sería darle ideas a Planella y no tengo ni ganas ni intenciones de hacerlo, tuvo su oportunidad y se negó siempre a aprovecharla ya que no soporta a los que cuestinamos o criticamos su gestión.
Por temas laborales de mi pasado, en mi tierra, aprendí a interpretar y conocer a las personas por sus gestos, su mirada, el tono en que pronuncian las palabras, vamos, lo que se dice lenguaje corporal, algo de inteligencia emocional, cosas así.
Y en base a esa experiencia este hoy gasolinero me atrevo a decir que Piñeira está a la altura de las circunstancias, pero, ahora falta ver quién lo acompaña, sobre todo, espero que no cometan el mismo error de llevar en sus listas a personas que ni bien obtienen el acta de su cargo se marchan de la formación por "profundas discrepancias".
Decimos por mi tierra que una golondrina no hace verano, en el caso de Piñeira, creo que el dicho viene como anillo al dedo, si aplica la estrategia que al menos en mi caso conozco como "el vuelo del ganso" tiene muchas probabilidades de éxito, claro que en su caso, se formó, se preparó para esto, para la vida política.
Esa es una de sus principales armas, su preparación, más la experiencia adquirida en esta actual legislatura.
Dicen algunos de sus simpatizantes y allegados que genera simpatía por su juventud y su forma de ser, pero me quedo con lo que dicen mis amigos y conocidos, su proximidad, su actitud de estar siempre abierto al dialogo, su serenidad y su seriedad que te empujan a esperar, su paciencia que te invita a reflexionar, su carisma, que realzan su imagen.
¿Será Piñeira la alternativa viable que provoque -al fin- un cambio necesario y casi imprescindible para la villa?
¿ Tendrá la capacidad que se le intuya, suficiente no para revertir el irremediable daño provocado a la villa pero sí para minimizarlo?
¿ Podrá reunir un equipo que sepa pensar por sí solo, con creatividad, ingenio, voluntad y sobre todo, con capacidad de decisión propia?
Veremos su plan de gobierno, veremos el posible equipo, escucharemos su discurso, leeremos sus propuestas, para luego emitir ya una opinión más definida.
Una cosa es seguro, para ser mejor que lo que hoy nos gobierna, no hace falta mucho, solo querer un poco a la villa, respetarla, tener en cuenta la voz de sus vecinos, de sus comerciantes, de no gobernar de espaldas a su vecinos, de tener en cuenta a todos los que no lo han votado, ser consecuente, saber aceptar que nadie es perfecto, no ver fantasmas ni colores políticos donde sólo hay buena voluntad.
No buscar titulares todos los días, ni ser tan soberbio, ni revanchista.
Y creo que Piñeira quiere a la villa, escucha a sus vecinos sean del color que sean, comparte inquietudes con sus comerciantes de los cuales estoy seguro, piensa que tienen mucha más capacidad que la de hacer fotocopias y pegar carteles, parece, es humilde y no creo que sea reconroso o revanchista.
Espero, si llega a ser alcalde que tenga el buen tino que hasta ahora le he conocido.
Por eso me tomo el atrevimiento de enviarle un mensaje personal públicamente.
Albert: sabe usted muy bien que no votaré en estas elecciones, por decisión personal, aún así, le deseo toda la suerte en las próximas elecciones, por dos razones; la primera es que siento que la villa y sus vecinos se merecen y hasta esperan un cambio, la segunda es por que como decimos en mi tierra, le veo uñas para ser un buen guitarrero.
Comentarios