miércoles, 8 de junio de 2011

La izquierda se queda atrás.




No tenía intenciones de continuar con el blog pero al final entre una cosa y otra, correos, mensajes y hasta algún pedido cara a cara me han empujado a seguir, así que aquí estamos.

Hoy el tema es la tremenda bajada que ha sufrido la izquierda en la comarca.

Podríamos atribuir el bajísimo apoyo electoral a la actual coyuntura, eso al menos en el ámbito nacional.

Pero no a nivel comarcal.

Aquí los vecinos cuentan con la ventaja de juzgar una gestión que han seguido o vivido muy de cerca y eso les provoca a los políticos locales una situación de fragilidad, dado que entre otras cosas, no deja de ser un vecino quien los gobierna.

Y la lectura de las pasadas así lo demuestra, la izquierda se desinfló, al punto de que la pretendida representación en el Consell Comarcal  es puramente testimonial.

¿Qué otras cosas pudieron influir para acabar en tan desastroso resultado?

Una de ellas es sin duda la atomización de fuerzas, donde se sumaron dos más, como fue el caso de Endavant Cerdanya y S.I. pero además contribuyó y en muy buena medida el PSC en Puigcerdà y en Isóvol, ambas por la actuación de su regidor y su alcalde respectivamente.

La censura del ex alcalde de Isóvol socavó decisivamente la posición de Maurell y en el caso de Serra, los vecinos de la villa tomaron buena nota y le dejaron un mensaje clarísimo en las urnas al no apoyarlos.

Antes que el independentismo está el parar la olla cada día, antes que los ideales al parecer estuvo la apuesta por un cambio en muchos municipios, ganó la desconfianza del paso de dos legislaturas tripartitas que evidentemente no gustaron.

La gente de la comarca le dio la espalda a los ideales y también al independentismo.

Le dio la espalda a las malas gestiones pero más que nada le dio la espalda a las cosas mal hechas.

Queda como ejemplo el triunfo de Baque en Bolvir y de Porta en Bellver, la gente no vota ideas, vota gestiones, vota cosas bien hechas, vota eficiencia, respeto, transparencia, eficacia, humildad, cercanía.

Para muchos veteranos incluso no les fue difícil elegir, cambiaron ideas por gestiones y principios y sueños de libertad por un pueblo o villa bien gestionados.

El caso de Puigcerdà es algo diferente.

Puigcerdà merecía, espera, clamaba ese cambio.   En este caso son muchos los que se atribuyen votos y esfuerzo a favor de Piñeira, algunos incluso atribuyen a este blog el progresivo desgaste que condujo a la izquierda gobernante de la villa a la paliza electoral.

Mi opinión es que la gente sencillamente y en su mayoría dejó de lado ideas y banderas y apostó por las personas sin más.

Está muy claro que la izquierda debe reaccionar ya para recuperar parte del terreno perdido, pero para ello hacen falta líderes y en el caso de ERC con su cúpula descabezada, lo dudo.

En el PSC Cerdanya tiene ante sí un desafío similar, dado que la cúpula catalana tampoco está situada ni liderada sino más bien se encuentra en un estado calamitoso y enfrascados en una batalla interna de impredecibles consecuencias.

Sin embargo debería ser quien tome la bandera en la comarca, la historia del P.S.C.  lo exige, su trayectoria lo reclama, alguien tendrá que salir y poner el pecho a todo esto.
El P.S.C.  Cerdanya  tiene la oportunidad de oro de liderar esa remontada que los devuelva a los gobiernos municipales, pero el gran problema es la falta de un líder.

Ese líder bien podría estar en Puigcerdà pero la ejecutiva local no está ni estará dispuesta a llevar adelante  una reestructura, incluso una renovación casi total de la ejecutiva.

En el caso de E.C. la cosa está más complicada, luego del varapalo de Puigcerdà y el anuncio de Porta que es su última legislatura, el liderazgo recae en  Baque y  éste a su vez está huérfano de apoyos fuera de la comarca.

La izquierda tiene ante sí un panorama negro o muy negro, la posibilidad de que el PP sea gobierno dentro de 7 meses es muy alta, tanto que serían 4 años o más sin apenas apoyos ni recursos a nivel comarcal, lo cual sería nefasto para aquellos que albergan sueños o esperanzas independentistas.

Y al mismo tiempo liderar un renacer de la izquierda debe de estar apoyado no sólo en un buen discurso, ni en ser una buena persona, sino que construir ese liderazgo quizás hoy sólo sea posible desde el P.S.C.

Por estructura, por capacidad de organización, por que aún hoy en sus horas más bajas conserva buena parte de su militancia e incluso varias alcaldías en Catalunya.

Claro que son 4 largos años, pero muy cortos si tenemos en cuenta que la izquierda contará con poca cosa aparte de su voluntad y de su casi perdida rebeldía y capacidad de captar simpatizantes.

Por eso hoy la izquierda catalana  está en el pelotón de los rezagados, incluso a punto de ser el vagón de cola, la izquierda se queda atrás en La Cerdanya y en Europa, quizás por que no se han sabido adaptar a los tiempos que corren y el dicho dice “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”.

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