desde mi punto de vista opino y comento cómo veo a la villa, su gestión de gobierno, su gente, sus cosas.
jueves, 7 de julio de 2011
haciendo un poco de memoria
Hace unos años un joven delgado, de mirada limpia ocupaba la oficina de Atención Ciudadana, en el Consell Comarcal.
Los inmigrantes acudiamos en ese entonces de forma numerosa a esa oficina y llevabamos con nosotros una montaña de dificultades, de dudas, de desconocimiento y en muchas ocasiones, una barrera idiomatica que agregaba un elemento más en la ficultad de comunicación.
Y allí estaba él, siempre dispuesto a encontrar la solución, a escuchar, a dar las explicaciones que hicieran falta y pacientemente ponía todo de su parte para intentar soluciona u orientar al inmigrante que acudía a su oficina.
Esa actitud lo llevó a ser respetado, conocido y querido por la colonia inmigrante, ser referente y motivo de constantes consultas aún fuera de horas de trabajo..........................y siempre estaba allí, siempre contestando, siempre con su habitual amabilidad y disposición.
En la mayoría de los inmigrantes que vivimos en Puigcerdà su nombre y su actitud era más que conocida.
Al cabo de un tiempo, "el flaco", apodo que le dan muchos argentinos y uruguayos estaba en un lista y se presentaba como aspirante a consejal, eran para varios de nosotros sus primeros pasos en política.
Y resultó que le tocó bailar con la más fea, pasando a ser el portavoz de la oposición, allí lo seguimos viendo siempre dentro de su habitual correción, haciendo una oposición que en parte no entendimos por que estamos acostumbrados muchos de nosotros a dar una batalla algo más enérgica.
Dentro de ese período siguió siendo motivo de consultas y dentro de sus posibilidades, buscó y muchas veces encontró soluciones y cómo no, prosiguió dando orientaciones, apoyo y en todo ese tiempo, su mano estuvo tendida de la misma forma que tuvo siempre esos minutos para escucharnos.
Y llegó el día en que su formación lo nombró candidato, ese día, aquellos que lo conocimos siendo sólo un funcionario o empleado, refrescamos nuestra memoria y dedidimos apoyarlo en lo que creimos y creemos era la mejor opción posible.
No lo hicimos públicamente, sino en el boca a boca, en las charlas de amigos, en las cenas de compatriotas o de compañeros inmigrantes que acostumbramos a tener, era nuestra hora de tender nuestra mano a quien incontables ocasiones nos la había tendido, era hora de apoyar al que siendo casi un vecino más, nos había tratado como lo que somos: personas, inmigrantes, de otro color, con otra lengua, pero personas.
Claro que el voto inmigrante no fue importante, ni decisivo, no lo votamos por ser de tal o cual partido, lo votamos por lo que significa como persona, como vecino y para muchos, como amigo, luego de años de compartir inquietudes y vicisitudes.
Pero además lo apoyamos por que creimos en su propuesta y en las personas que lo acompañaban, con su mismo perfil, por que sus propuestas eran razonalbles y posibles, por que se dedicaron a proponer sin mirar lo que hacían o decían los adversarios.
Ahora es el alcalde de Puigcerdà, creemos que el alcalde de todos, aún es más que prematuro emitir una opinión de su gestión, personalmente para hacerlo esperaré a los 100 días, aunque alguna cosa que voy viendo la comento, pero la evaluación será en sus 100 días.
Nada, señor alcalde Albert Piñeira, uno puede ser correcto y amable unos días o un tiempo, incluso un par de años, pero hablo de 8 años, entonces, si uno es así, dudo que el poder llegue a cambiarlo y lo mismo espero del resto del equipo.
Pero hoy tenía ganas de hacer un poco de memoria.
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