Salga a la calle señor presidente.

No vale la pena los formalismos, lo que valdría la pena es que entienda lo que escribo señor Rajoy.

A su favor podemos decir que apenas si lleva un mes en el gobierno, pero está ahí y es el último eslabón de la cadena, al que le toca decidir y el que tiene la responsabilidad y la obligación de hacer todo lo posible por salir o atenuar esta etapa tan dura que atraviesa este país.

Pero el tiempo apremia.      La gente, medio millón de familias, por ejemplo este año perderán sus casas o pisos al no poder hacer frente a sus hipotecas, 5 273 000 personas buscan trabajo y es posible que esa cifra aumente.

 Su gobierno ha sido rápido para legislar en algunos temas y más rápido aún en aplicar recortes que como suele suceder afectan y castigan a las franjas más desprotegidas.       Aquí empieza el tema señor presidente: es la gente obrera la que padece y paga las consecuencias de la crisis, el obrero, el pequeño y mediano empresario, no los grandes capitales que como algo puntual dejan de ganar dinero pero no pierden dinero.    

Vamos al tema en concreto, recientemente un programa de televisión denunció públicamente el monto del fraude a la seguridad social y la cifra total que arroja la economía sumergida, nada más y nada menos que 200. 000 millones de euros.      Cualquier gobierno con un mínimo de sentido común ante una denuncia de tal magnitud debe de reaccionar enérgicamente, rigurosamente, con todo el peso de la ley y demostrando que no le interesa ser popular sino justo, ético, políticamente honesto y sobre todo reponsable.            Las cifras de la economía sumergida superan ampliamente las que usted y el gobierno que preside pretenden recaudar a través de recortes.

Claro que acepto que tenemos un estado con sobrepeso, pero señor presidente, despierte, ya ganó las elecciones, gracias al descontento generalizado y no por propuestas o proyectos vale la pena decirlo, ahora le toca gobernar, le toca hacer las cosas como Dios manda.

Salga a la calle y saque su gobierno a la calle, pero hágalo ya, persiga y castigue ejemplarmente a esta gente que lucra con la necesidad y evade o provoca fraude a la seguridad social, a hacienda, a todo aquello que un estado necesita para ser un estado de todos y no de 4 listos que nos empobrecen, nos degradan, nos humillan.

Usted es más que consciente que de existir realmente esa cifra de parados este país estaría asistiendo a un estallido social sn precedentes, usted sabe que la economía sumergida es una lacra a combatir y que es sin duda, 10 veces más eficiente que sus recortes "justificados ante la actual situación".

Repito, usted ya ganó, ahora, salga a la calle y viva la realidad, por una vez en la vida tenga la bondad de hacerle un favor a España y a usted mismo, claro que conocía estas cifras de economía sumergida pero si presentaba medidas o propuestas al anterior gobierno usted se quedaba, quizás sin su soñada presidencia.     Eso no ha ocurrido y usted es el 1 de España o el 2 si respetamos que vivimos en una monarquía.       Le toca salir a la calle, menos sillón y más acción.

Una cifra tan desorbitante que maneja la economía sumergida debe de ser perseguida, combatida y castigada, si la ley actual no contempla severos castigos, legisle, promueva y aplique leyes ejemplares que nos lleven a erradicar esta lacra que sólo produce más paro,más miseria, más pobreza.

Forme personal, sí, de eso mismo que tiene sobrante en todo el territorio, utilize esos fondos que ha hablado este fin de semana para dotar ese personal de todo lo necesario y salga a la calle a por este ejercito de empresarios que defraudan la seguridad social y hacienda.

Y si para otras cosas no le tembló el pulso, que no le tiemble para esto, el sólo hecho de abatir las cifras de la economía sumergida a un 50 por ciento lo pondría a usted en el referente de la historia política ya no de España sino de toda la unión europea, sueñe señor presidente si esto le alimenta el ego, pero podría usted, de combatir la economía sumergida, llegar a bajar el desempleo en al menos un 8 por ciento.     La cifra ya de por sí es buena, imagine, de 5 millones y algo a 3 millones y poco y bajando, encima el estado vería cómo mejoran sus finanzas sin tener que recurrir a ajustes laborales que en realidad son cercenamiento de derechos que nos empujan a una precariedad laboral de por vida.

Claro que más empleo, más movilización sindical pero mírelo de otra forma: un hombre de derechas que coge al toro por los cuernos y combate el tumor desde su lugar de origen, pero para esto hace falta salir a la calle, poner a los inspectores en la calle y si hace falta, incluso llegar a seducir a la gente a que denuncie a los empresarios que tienen a gente sin contrato.

Ya no se trata del peligro inmigrante, vieja excusa de la proliferación de la economía sumergida, la inmensa mayoría de los que están en la economía sumergida son españoles, si fueran inmigrantes usted tendría un segundo sueño cumplido, pues tendría en sus manos la excusa de expulsarnos por cometer o permitir o formar parte de un fraude a seguridad social y hacienda.

Pero son la mayoría españoles los que cometen el fraude y le toca ser algo más malo de lo que es en este caso y ser sobre todo un gobernante con personalidad, con energía, con valentía.

Vaya más lejos si así lo quiere ( es mayoría y puede legislar casi a su antojo) y premie en metálico a los que denuncien a empresarios que tienen en su plantilla personas sin contrato, endurezca al máximo las penas o condenas a esos empresarios, desde el embargo total de sus bienes a fuertes multas acompañadas de una inahabilitación como empresario por X tiempo.   Que se enteren que la fiesta llegó a su fin y que el único camino es la legalidad.

 Pero hágalo, ya señor presidente, salga a la calle, por que comprendo que esté usted muy ocupado pero más lo estará si el pueblo al final se cansa y sale a la calle.    De usted el primer paso y de paso demuestrele a España que es un presidente al cual coraje no le falta.        Esto de seguir así sólo acarreará más ajustes, subida de IVA y más desempleo, usted si quiere puede corregir esto, tan solo hace falta que salga a la calle y ponga la casa en orden, por que el sillón es muy cómodo y el poder aún lo es más. 

 Pero un padre o una madre al ver sus hijos pasar hambre o verlos sin techo, créame, son una bomba a punto de explotar y en este caso la mayor parte de la culpa la tendrá usted pues es quien puede y debe corregir las cosas.

Demuestre que está a la altura de las circunstacias.    Demuestre que vale para el puesto.