Opinar o escribir lo que uno piensa puede acarrear más críticas que alabanzas, muchos más enemigos que amigos y más detractores que apoyos.
Pero si sabes a lo que te expones y aceptas las reglas de juego, entonces no hay problema, todo lo contrario, aprendes de cada crítica, de cada correo o mensaje de desconocidos ( o no tanto) que te insultan, te ponen a parir..............o te amenazan.
Perfiles falsos, nombres inexistentes, anónimos y cobardes que incapaces de dar la cara se escudan y ocultan como miserables gusanos pensando que pueden afectar con sus amenazas y descalificaciones.
Y luego algunos quieren o intentar pasar por buenas personas y llaman a su jefe advirtiendo que hay algo colgado en el muro que " le parece o resulta ofensivo pero que consulta si sacarlo o no" y mientas tanto disfruta de esos minutos de gloria infinita, de una pequeña e insignificante batalla ganada, pero consciente que en realidad está saboreando su propia hiel, ingestando su propio veneno.
Algunos amigos me comentaron por privado que está fuera de control, otros me apoyaron y otros temen que me pase algo, dado que me han advertido que puedo tener un susto, otros opinan que he recibido una amenaza en toda regla. Yo opino que recojo parte de lo que he sembrado, para muchos, he sembrado pensamiento, para otros rencor y odio, y para otros, mis escritos no tienen más valor que el tiempo que le dedico a los mismos y carecen de interés.
Te expones a recibir, es natural, forma parte de las reglas no escritas, o sí, porque para lo que unos consideran verdades como puños otros lo ven como afrentas, injurias, difamaciones. A los primeros, gracias por vuestra opinión, a los segundos: respeto vuestra opinión y si así lo consideran, les puedo proporcionar un mapa hacia donde deben dirigirse, sí, es un lugar que se llama juzgado, pues deben de saber, dado que son personas con alto grado de coheficiente intelectual, con unos valores por encima de la media y por si fuese poco dueños de la verdad y razón absoluta, la injuria y la difamación están penadas por la ley. La violación de derechos humanos y constitucionales también. Para algunos letrados lo está también el abuso de funciones pero lo malo de esto es quién lo paga y además es digno de un no ilustrado y nada culto como lo es este servidor, darle una oportunidad a quien se equivoca pues rectificar es de sabios.
Mis escritos no pretenden cosechar amigos. Ni pretendo con ellos ser el quijote que va luchando con molinos de viento, en todo caso escribo para decir mi verdad y esta puede y debe de ser cuestionable, faltaría más. Al final de esto me quedará el intento pero jamás el no haberlo intentado, así que no me arrepiento de las cosas que he hecho o escrito pues al menos rescato eso: el intento.
Puedo aprender de mis errores, puedo y acepto que cometo errores, sobre todo de posturas, de prontos, como aquí suelen decir. Podría escribir con más diplomacia, con más "seny", podría, sí, pero sería adornar lo que se puede decir de forma que todos puedan entenderlo.
Me llevó muchos años escribir para que todos lo entiendan. Una tarde, en Uruguay, hace ya 24 años y en un pequeño pueblo tuve la oportunidad de debatir con un entonces diputado y cabeza de lista, la 609, un diputado que rompía reglas, normas, que se salía del discurso "elegante" que era habitual escuchar. Recuerdo que se dirigió a los presentes de igual a igual, en una charla campechana, sencilla, mucho más de lo que yo conocía como el lenguaje "periférico". Podía gustar o no lo que ese señor decía, pero se entendía. Pero rompía más etiquetas, vestía desaliñado, iba despeinado y con barba de al menos 3 días, es más parecía uno de los vecinos del lugar, no un diputado electo.
Y ese debate que tuvimos luego de su miting me cambió la forma de ver las cosas, su discurso llegaba, hacía pensar, chocaba a veces, pero lo que más me llegó fue que lo que me dió la sensación de rozar la grosería calaba en la gente, más allá de compartir o no sus opiniones, pues era franco, sincero, sencillo al extremo y además a la hora de marcharse con su esposa hacia Montevideo ¡¡¡¡ lo hizo en una vespa!!!. Tuve la oportunidad de hablar con él en muchas ocasiones y de asistir a muchos de sus mitines, aún cuando no compartía sus ideales. Pero fueron sus discursos lo que me llevaron a escribir como hoy lo hago: sin medias tintas, sin dobleces, sin adornar ni recurrir a un escrito rebuscado, sino escribir para que todos puedan entenderme.
Ese señor hoy sigue hablando tan mal como antes, sigue sin chaqueta y sin corbata a no ser que el protocolo así lo exija, sigue viviendo en su chacra ( casa de pages) con su esposa y su perro y es el presidente de mi país. Y sigo en desacuerdo con muchas de sus formas y de su aspecto, pero me quedo con su forma de hablar, de comunicarse, de dirigirse a la gente, ha roto y segurirá rompiendo moldes y si él ha conseguido ser quien es desde ese estilo, el de comunicarse o expresarse es por que la gente más allá de todo, prefiere el lenguaje simple, llano, campechano, "periférico".
Así que puedo resultar desagradable para algunos, borde para otros, otros pueden considerar mis escritos como cutres o simplones, no pasa nada, yo no busco notoriedad, ni ser el primer magistrado de mi país, ni forjar una carrera política, o literaria. No busco destacar sobre nadie. Ni hacer amigos con mis escritos. Sólo decir las cosas tal cual las veo, tal cual las pienso, pero sin adornos, ni tacto, solo el necesario por un tema de respeto, pero mi intención en cada escrito es decir MI verdad.
Puede que al señor jefe de prensa del ayuntamiento mis escritos no le interesen, claro, desde su alta formación académica, desde su altísimo intelecto, desde su depuradad y exquisita manera y visión de juzgar el contenido de un escrito. Su postura y su actitud no es ni por asomo la correcta en un medio oficioso de comunicación de un ayuntamiento. Ni es propio de un gobierno democratico permitir estas cosas, pero veremos qué pasa en unos días y en base a ello adoptaré y decidiré mis próximos pasos. Mientras tanto seguiré con mis escritos levantando ampollas, haciendo amigos, diciendo y escribiendo lo que pienso. Sembrando pensamiento para unos y escribiendo cualquier cosa para otros. Haciendo uso de mis derechos y mis libertades. Y donde algún retrógrado, revanchista, corto de mente y de razonamiento me la niega, lucho y si es necesario, hasta las últimas consecuencias.
Porque algunos de ellos piensan así:

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