En ocasiones se podría ser al menos un poco más serio, llamarte y decirte: mira Juan esto no lo publico por que va a mosquear a mucha gente aunque digas verdades, además igual pierdo algún cliente. Lo habría entendido. Pero como no ha sido así, lo cuelgo aquí, donde siempre dije, digo y diré mis verdades y si alguno se molesta...¡¡¡que se joda!!! sí, con todas las letras.
El toro por los cuernos.
Vivimos en una comarca en donde todos nos conocemos, donde es difícil pasar desapercibido y podríamos decir que somos 4 vecinos.
Sin embargo, siendo 4 no somos capaces de solucionar cosas sencillas o siendo más claro, aquellos que nos gobiernan a nivel local o bien no pueden o bien no quieren, lo que sí es claro que inexplicable que ni el Consell Comarcal ni los alcaldes de esta comarca no hayan puesto solución al conflicto generado por el sector del taxi.
Últimamente se pueden leer en las redes sociales acusaciones mutuas, “denuncias” y recogida de firmas, incluso algún pasacalle con graves acusaciones en contra de otros, muchas de ellas totalmente infundadas pero que empujan a los vecinos a pensar qué habrá de cierto en las mismas.
Casi 3 meses de eso las cosas, lejos de solucionarse, empeoran y ninguno de los responsables políticos es capaz de proponer una salida al tema, mientras tanto, la rivalidad, los roces y el conflicto aumenta día a día, de la misma forma que continúa por parte de casi todos, la informalidad, pues frecuentemente se pueden ver taxis de Puigcerdà cargando en otros municipios, al tiempo que son los taxistas de Puigcerdá quienes, llamativamente denuncian estas practicas, cuando son también ellos los que las realizan con inusitada frecuencia.
¿Tan complicado puede ser la implantación de un reglamento al estilo Vall D’Aran?
Un taxista de Puigcerdà llegó a acusar de ilegales a los otros taxistas de las demás villas de la comarca, poniendo como acusación principal el que no lleven aparato de taxímetro (algo que llevan en la villa apenas desde el 2009) y lo hizo aún siendo plenamente consciente de que la actual reglamentación exime del uso de taxímetros a poblaciones de menos de 5000 habitantes. ¿Un acto deliberado por parte de este señor? ¿O quizás un intento de confundir o mal informar a sus vecinos? . Ese mismo taxista que acusó a sus colegas olvidó mencionar que los mismos forman parte de la misma asociación que agremia a parte de ellos mientras que otra parte pertenece a una asociación de Lleida. ¿Tenemos que pensar que las asociaciones de taxistas permiten el ingreso de ilegales?
Pero el tema de fondo es que los alcaldes no se ponen de acuerdo en el tema mientras que es evidente que al Consell Comarcal o a sus responsables les está faltando personalidad, carácter y sobre todo, poder de decisión, claro que el mismo no puede salir así como así, sino desde la mayoría y esta mayoría tanto de municipios como de taxistas no reside en este caso en Puigcerdà sino que está en el resto de la comarca.
En algunos casos taxistas de Puigcerdà han sido “pillados” en otras localidades, basta recordar el caso de Bolvir, pero el tema es que son los taxistas de Puigcerdà quienes se quejan del intrusismo y por otra parte afirman que el grueso de trabajo se encuentra en Puigcerdà. Es aquí donde comienza uno a pensar que algo no funciona bien, sobre todo por que no existe parada de taxis en la zona de la estación y eso que se supone que allí y en las discotecas es donde se generan siempre según los propios taxistas, el trabajo.
Pero los taxis, todos los taxis de la villa se encuentran en el centro mismo de Puigcerdà, ocupando zona azul , entre otras cosas, lo cual lleva a pensar qué compensación económica percibe el municipio además del coste anual de la licencia, que por cierto, es insignificante, por tanto, el ayuntamiento de Puigcerdá cede varias plazas de aparcamiento que bien podrían usar los potenciales turistas o compradores que suben a la villa, al tiempo que podría instaurar paradas en la zona de estación y paradas puntuales los fines de semana en la zona de las discotecas.
Tampoco queda claro el precio que se estima por la licencia de un taxi, pues en diciembre del pasado año el responsable del gremio en Puigcerdà afirmaba que eran 60 mil euros, sin embargo en el mes de julio el mismo decía que la licencia vale 40 mil euros. Cabe destacar que la licencia (si la extiende el ayuntamiento de Puigcerdà) es de un total de unos 230 euros, vamos, que algo no funciona bien. El conflicto está sobre la mesa, pero nadie le pone el cascabel al gato o como dicen por aquí, nadie coge el toro por los cuernos.
Mientras tanto, el intrusismo continúa, las enemistades crecen, las falsas acusaciones también, pero quienes deben decidir no lo hacen y esto comienza a parecerse a una jaula de las locas. Incomprensible en la época que vivimos.

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