mi aporte semanal desde "la cofa" en esta oportunidad con un tema que en lo personal me ha chocado un poco.
Cásate y sé sumisa.
Este es el título en que la escritora Constanza Miriano basa su nuevo libro, el cual por cierto cuenta el apoyo editorial NUEVO INICIO, que preside el arzobispo de Granada, Javier Martínez.
Según la autora el título surge de la Carta a los Efesios, pero en la citada epístola San Pablo escribe “sed dóciles unos con otros por respeto a Cristo: las mujeres a sus maridos como si fuera al Señor. Pero a continuación sigue con otro párrafo “ maridos, amad a vuestras mujeres como el Mesías amó a la iglesia y se entregó por ella, lavándola en el baño del agua, para prepararse una iglesia radiante, sin una mancha ni arruga ni nada parecido, una iglesia santa e inmaculada. Así deben los maridos amar a sus mujeres como a su propio cuerpo”. ( Efesios 5,21-28).
La autora califica su libro como “una experiencia radical para mujeres sin miedo” y defiende a capa y espada la sumisión de la mujer en matrimonio como un servicio, afirma que “el hombre es la autoridad, la mujer la hospitalidad y el servicio”.
Por otra parte el arzobispado de Granada cree necesario un cambio en el modelo en la relación de la pareja y avanzar hacia otro fundamentado en el servicio y la sumisión.
Mientras que la autora indica en su Web personal costanzamiriano.com que “el hombre debe encarnar la guía, la regla, la autoridad. La mujer debe salir de la lógica de la emancipación y abrazar con jubilo el rol de la hospitalidad y del servicio”.
Desde mi punto de vista el título de este libro es completamente desafortunado, la mujer y el hombre son complementarios e iguales en dignidad, de la misma forma opino que la mujer ha logrado a lo largo de los años no una emancipación sino una igualdad no solo de derechos sino de obligaciones.
Eso de mujeres sumisas es propio de un pasado que se puede considerar hasta triste, pues en matrimonio o pareja se trata de una unión que se consagra para amarse puede que hasta el punto de dar su vida uno por el otro, para mí el título de este libro me resulta de por sí tremendamente desagradable.
Y por último el que reciba no solo la bendición y el apoyo de la iglesia la cual incluso afirme que este sería el modelo a seguir por la mujer de hoy día supongo que habrá creado o creará sino pavor al menos rechazo por las mujeres y más aún por las feministas, estos pensamientos son retrógrados, propios de personas que se creen que por el mero hecho de ser hombres son seres superiores y por tanto las mujeres han de someterse a sus deseos y caprichos.
Lo más llamativo es que el libro en Italia ha tenido una muy buena acogida, con 70 mil ejemplares vendidos a lo cual me asalta la duda de que si en lugar de avanzar hacia una igualdad de género como ha sido hasta ahora lo que estamos es retrocediendo a épocas grises de una sociedad que se cree tolerante y defensora de los derechos humanos.
Luego nos escandalizamos si otras religiones a las cuales cuestionamos públicamente tratan como tratan a las mujeres. España va bien señores, vamos rumbo a la construcción de una sociedad con esclavos modernos, con una clase política sin poder de decisión y por si fuese poco con una iglesia que busca recortar los derechos de las mujeres. Con la iglesia hemos topado Sancho.
Cásate y sé sumisa.
Este es el título en que la escritora Constanza Miriano basa su nuevo libro, el cual por cierto cuenta el apoyo editorial NUEVO INICIO, que preside el arzobispo de Granada, Javier Martínez.
Según la autora el título surge de la Carta a los Efesios, pero en la citada epístola San Pablo escribe “sed dóciles unos con otros por respeto a Cristo: las mujeres a sus maridos como si fuera al Señor. Pero a continuación sigue con otro párrafo “ maridos, amad a vuestras mujeres como el Mesías amó a la iglesia y se entregó por ella, lavándola en el baño del agua, para prepararse una iglesia radiante, sin una mancha ni arruga ni nada parecido, una iglesia santa e inmaculada. Así deben los maridos amar a sus mujeres como a su propio cuerpo”. ( Efesios 5,21-28).
La autora califica su libro como “una experiencia radical para mujeres sin miedo” y defiende a capa y espada la sumisión de la mujer en matrimonio como un servicio, afirma que “el hombre es la autoridad, la mujer la hospitalidad y el servicio”.
Por otra parte el arzobispado de Granada cree necesario un cambio en el modelo en la relación de la pareja y avanzar hacia otro fundamentado en el servicio y la sumisión.
Mientras que la autora indica en su Web personal costanzamiriano.com que “el hombre debe encarnar la guía, la regla, la autoridad. La mujer debe salir de la lógica de la emancipación y abrazar con jubilo el rol de la hospitalidad y del servicio”.
Desde mi punto de vista el título de este libro es completamente desafortunado, la mujer y el hombre son complementarios e iguales en dignidad, de la misma forma opino que la mujer ha logrado a lo largo de los años no una emancipación sino una igualdad no solo de derechos sino de obligaciones.
Eso de mujeres sumisas es propio de un pasado que se puede considerar hasta triste, pues en matrimonio o pareja se trata de una unión que se consagra para amarse puede que hasta el punto de dar su vida uno por el otro, para mí el título de este libro me resulta de por sí tremendamente desagradable.
Y por último el que reciba no solo la bendición y el apoyo de la iglesia la cual incluso afirme que este sería el modelo a seguir por la mujer de hoy día supongo que habrá creado o creará sino pavor al menos rechazo por las mujeres y más aún por las feministas, estos pensamientos son retrógrados, propios de personas que se creen que por el mero hecho de ser hombres son seres superiores y por tanto las mujeres han de someterse a sus deseos y caprichos.
Lo más llamativo es que el libro en Italia ha tenido una muy buena acogida, con 70 mil ejemplares vendidos a lo cual me asalta la duda de que si en lugar de avanzar hacia una igualdad de género como ha sido hasta ahora lo que estamos es retrocediendo a épocas grises de una sociedad que se cree tolerante y defensora de los derechos humanos.
Luego nos escandalizamos si otras religiones a las cuales cuestionamos públicamente tratan como tratan a las mujeres. España va bien señores, vamos rumbo a la construcción de una sociedad con esclavos modernos, con una clase política sin poder de decisión y por si fuese poco con una iglesia que busca recortar los derechos de las mujeres. Con la iglesia hemos topado Sancho.


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