jueves, 28 de enero de 2016

Puigcerdà: el desmadre, descontrol y la anarquía reinan en la villa.



A más de uno el titular que hoy le pongo a mi escrito le puede parecer exagerado, distorsionado o incluso a los más susceptibles les puede resultar malintencionado.

Por ello le invito a todo al que me lea  y cuestione, critique o tilde de escribir por hacer daño a la imagen del actual gobierno presidido por Albert Piñeira a darse un pequeño paseo de poco más de mil  metros para comprobar por ustedes mismos a qué me refiero,

Las zonas de carga y descargas entre una mala y confusa señalización y el que no las respeta nadie son hoy por hoy, junto a la zona azul, el símbolo, la muestra del descontrol absoluto que existe en la villa, en materia de aparcamiento.

Si recorremos la zona de carga y descarga en las mismas y en horas de la mañana en particular podremos observar que es ocupada por vehículos particulares y 9 de cada 10 sin siquiera las luces intermintentes que indiquen que su conductor sólo ha aparcado por unos momentos.

Pero esto no sería nada si al menos se respetaran mínimamente, pero no, es ya usual y se puede afirmar que costumbre arraigada ver camiones sobre la plaza Santa María,  debajo del gran plátano, descargando desde allí, mal aparcado obligatoriamente dado que su sitio es ocupado por particulares o incluso por industriales de la zona que no poseen la tarjeta de carga y descarga o encima del paseo 10 de abril, o encima de las cebras, sobre las esquinas, provocando involuntariamente serio peligro a los viandantes.

¿Debo señalar a los policías municipales de esta anomalía?  ¿ Acusarlos de no hacer su trabajo?  ¿ O debo pensar mal y señalar y acusar que desde la regiduría correspondiente se imparten directivas de no molestar, ni sancionar, ni realizar un trabajo de prevención, sanción o lo que es peor, ignorar de forma deliberada lo que allí sucede cada día de la semana?

La situación que podemos contemplar nos empuja a pensar, al menos a los que de verdad queremos lo mejor para nuestra villa es que desde hace varios meses y sobre todo en el casco antiguo reina el desmadre, el descontrol y la anarquía.   Y conste, no sólo en el aparcamiento, sino en los contenedores que siguen rotos, en estado de abandono, en las calles que otros vecinos denuncian por el mal estado de las mismas, incluso en otros detalles a los que han sido los vecinos que con ingenio y determinación han puesto punto final.

Las zonas de carga y descarga son ocupadas por las noches y con algo de suerte algunos se retiran antes de las 9 de la mañana, pero existen casos puntuales como el camión de una de las empresas de supermercados que se ven obligados a aparcar en sitios prohibidos para poder hacer su trabajo y encima en ocasiones son multados por ello.

Esto se repite en zonas cercanas, como las ubicadas  en la calle paseo 10 de abril, plaza Santa María, Cnel Morela o Higini de Rivera, pero también en Plaza Cabrinetty, donde no se respetan las mismas, en muchas ocasiones los repartidores se ven obligados a mal aparcar o dar más de una vuelta para poder efectuar la descarga. 

Y hemos pasado de tener ungobierno tolerante a un gobierno que está permitiendo y fomentando unos hábitos muy perjudiciales.   Pero que muy perjudiciales.

Por ejemplo, aviso a navegantes.    Legalmente ¿ cuánto es el tiempo permitido dentro del horario laboral para permitirse un descanso?    ¿ media hora no?   Pues.....algunos contratados se permiten 30 minutos por la mañana y 30 por la tarde, lo dicho, en Puigcerdá reina el descontrol, el desmadre parece ser lo que muchos de los vecinos ven normal, adecuado y hasta justo, como el descontrol de la zona azul, como el de las zonas de carga y descarga, por ejemplo. 

Y conste, imposible señalar a policía municipal pues entre las 8.50 y las 9. 30  al menos dos tienen la obligación de cuidar el tráfico en zonas escolares, la anarquía reina en la villa pero como es fiesta para muchos lo mejor es mirar hacia otro lado,   Todos los extremos son malos y este es además de malo, perjudicial pues el Ayuntamiento está fomentando malos hábitos.

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