En Puigcerdà hay muchas cosas que se hacen bien, que merecen escritos y valoraciones, pero para ser objetivos, claros y sobre todo para que sea estando de por medio los regidores, algo que en teoría puede pasar ya que algunos de ellos han mostrado disposición para una charla en este blog.
Durante estos días y en especial ayer he tenido la oportunidad de hablar con muchos vecinos, tanto de forma personal como por las redes y por telefono. Casualmente la mayoría coincide en que muchas veces se enteran de lo que pasa a través del blog, al menos cuando hablamos las cosas que NO se dicen, por que de las buenas si bien no sobra prensa tampoco falta y si falta.....siempre habrá un profesional que haga la pelota para amortiguar los males.
Aquí lo que sucede es eso, que son muchos los que no prestan atención a las pequeñas cosas, tanto buenas como malas, que pasan de todo hasta que les llega del boca a boca lo que está pasando a su alrededor o en su propias narices pero que como lo ven en el día a día ya lo asumen como algo normal.
La mayoría no recuerda ya lo poco que duró una persona contratada para regoger los excrementos caninos, sólo por poner un ejemplo ( sólo durante campaña municipal).
Pensar cansa, estamos ya habituados a que nos den todo en la mano, pensar puede ser para muchos un ejercicio peligroso, tanto como ignorar las cosas o pasar de ellas con la excusa que aquí nadie hace nada o que no responderán a las mismas.
Y no es así, vivimos en un pueblo que afortunadamente tiene que responder políticamente ante gente que está por encima de ellos y con los cambios en el actual gobierno más, aún cuando con el cuento de un nuevo pañís ya nos han endiñado más consellerías, algo que equivale a más gastos, más enchufes y más burrocracia.
Existen temas que por la razón que sea el Ayuntamiento mira hacia otra parte, que evita tomar medidas, así que lo mejor es pasar a las instancias para recibir respuestas y luego de las mismas evaluar, Pero también existen otras donde la preocupación es mayor y las respuestas quizás no sean suficientes sino vienen acompañadas de medidas.
Piñeira puede molestarse al igual que sus regidores cuando uno cuestiona algunas cosas, los vecinos tienen algunos la respuesta fácil: estás en contra del ayuntamiento. Y dentro del gobierno municipal pasa más de lo mismo, los pasillos ya escuchan comentarios y no son pocos.
¿ De quien es la culpa? Si asumes entrar en política has de saber que no todo son rosas, es fácil decir que una persona te cae bien políticamente tan sólo por que no te da problemas, caso de Toni Veres, es fácil cuando todo son palmadas en la espalda, pero...si te comprometes con el tema trasnparencia has de saber que si las paredes son de cristal es justamente para que se sepan tanto las cosas buenas como las malas.
No se puede vivir con el miedo a las consecuencias de decir la verdad, de denunciar, de cuestionar, no se puede vivir sin el miedo a pensar, con miedo a las consecuencias, con miedo a que te miren mal por la calle, con miedo a las represalias, al que dirán, por que entonces serás cómplice y culpable de aquello que ves, sabes que está mal, pero callas por cobardía.
Y eso debería ser siempre, entonces la gente entendería que al mejor cazador se le escapa la liebre y que a veces la confianza da asco, como el caso del patrimonio histórico.
Aquí no se le puede hechar la culpa a nadie por que trascienda lo sucedido, en especial por que para depende qué hay que hacer mil trámites e instancias, algo que sí debería haber pasado con este patrimonio pero que no sucedió por una serie de circunstancias. Ignorancia por una parte y exceso de confianza por otra. Sobre todo si tenemos en cuenta que en toda entidad existe un reglamento interno y que en algunos casos ese tipo de actuaciones tienen que estar contempladas.
Y el único responsable es el alcalde por que es el máximo responsable, así de claro y el señor alcalde lo sabe, ahora nada, asumir responsabilidades y tomar medidas para que no vuelva a suceder, claro que pisando en firme a ver si las medidas a tomar traen consigo consecuencias negativas.
Y es sólo un ejemplo, por que si apelamos a la memoria hay que preguntar qué pasó con las meticulosas pruebas de pavimento en el lago, cuando es tan sencillo la colocación de pavimento asfáltico, de larga duración y rendimiento.
O preguntar qué pasó con la prometida pista de petanca, o tantas y tantas preguntas que se podrían hacer en todas las áreas del ayuntamiento y dar material al pueblo para que vaya pensando si en realidad todo lo que brilla es oro. Sí, es verdad, hay mucho para decir del ayuntamiento en positivo, pero....el departamento de prensa es inexistente, de la misma forma que lo es el contralor de las zonas de carga y descarga.
No se puede vivir con el miedo a las consecuencias de decir la verdad, de denunciar, de cuestionar, no se puede vivir sin el miedo a pensar, con miedo a las consecuencias, con miedo a que te miren mal por la calle, con miedo a las represalias, al que dirán, por que entonces serás cómplice y culpable de aquello que ves, sabes que está mal, pero callas por cobardía.
Igual va siendo hora de admitir que quienes gobiernan Puigcerdà son personas, que al igual que comenten aciertos también cometen errores y que no es malo que las cosas se sepan, lo malo es enfadarse con los que hacemos esas cosas públicas, lo malo es la represalia y lo malo es la reacción negativa a que eso se sepa. Lo malo es entre otras cosas difundir solo lo bueno y nada de lo malo, no somos perfectos y eso es lo primero que debemos admitir para que las cosas funcionen.
Me queda en el tintero el tema Comisión de Fiestas, un tema al cual le veo muchos más puntos oscuros que claros, donde lo que menos veo es transparencia y donde la sensación que la democracia faltó a la cita es demasiada.
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