jueves, 20 de octubre de 2016

Descontrol de personal en el ayuntamiento de Puigcerdà- ( Con fines de semana de botellones y ruidos al por mayor incluidos)



Si el que lee es empleado seguro que le gustaría entrar a la hora que se le de la gana a su empleo, hacer lo menos posible y lo que es mejor: a la vista de todo el mundo.

Ahora...si es empresario dudo mucho que le agrade que su empleado trabaje lo imprescindible o menos, mientras que otros sí cumplen con su jornada completa, eso sí, cada día con menos dedicación y compromiso  pues ve cómo cada día más compañeros de trabajo se pasan al bando de los que hacen menos y menos cada día.

El tema es que si es usted un jefe al cual todo esto le importa poco o nada pues no es ni su dinero ni su empresa y por tanto mientras la cosa funcione no ha de apretar a nadie, ni molestarlos para que todo siga funcionando dentro de una aparente normalidad.

Pues eso pasa en el ayuntamiento de Puigcerdà, donde los expedientes laborales se rompen o se dejan olvidados en el cajón de algún escritorio y los expedientados hacen alarde de que pueden - y hacen -  lo que se les da la gana, esto pasa en el ayuntamiento, con el consentimiento del señor Albert Piñeira.

Las quejas y comentarios dentro del personal del Ayuntamiento son cada día más frecuentes, los detalles abundan y salen varios nombres en los pasillos, en la brigada, en el edificio y en la calle,  Especialmente en la calle donde el personal afectado a la zona azul dedica buena parte de su jornada laboral  a largas charlas con los vecinos y por supuesto, sendos descansos en las cafeterías de Puigcerdà, en suma:  trabajar en el ayuntamiento es un bollo y cuidado ehhh no decirles nada por que mínimo te señalan y te hacen gestos obscenos.

Y claro, las quejas o comentarios son sólo en privado, el temor a quedar como un chivato o enemistarse con el primo de ese empleado, o la hermana que trabaja con el jefe de fulano de tal y puede quedarse sin trabajo si dice algo,,,,o incluso que se puedan tomar represalias desde el gobierno municipal,....o que la gente te niegue el saludo, o que tus hijos sean también tratados como si tuvieran la peste...asi que mejor quejarse en privado y sino mira, otra opción es pasarse a la cada vez más numerosa plantilla de gente que no hace nada.

Si total no pasa nada, todos miran hacia otro lado y no se toman ni se tomarán medidas, viva la anarquía, el descontrol y el hacer cuanto menos mejor, a quien el importa si a fin de mes la nómina cae entera y por si fuese poco tenemos vacaciones por haber echo horas extras.....es patético.

Por otro lado es  sabido por casi todo Puigcerdà los desmadres que se hacen en el Bosquet, durante y después de los botellones que se organizan allí,  luego dejan los sellos de pasada, como contenedores volcados, graffitis, gritos, botellas por todas partes....

Hay más, tanto que daría para varios escritos, la Plaza del Sol es en realidad un nuevo aparcamiento, al menos "duermen" alli una decena de coches diariamente, los ruidos, defecaciones y un fuerte olor a orina en las inmediaciones de Plaza de Call dejan en claro que el control tanto del personal como la falta de atención en los detalles hacia los vecinos se acentúa día a día,

Las terrazas crecen como setas en el verano, en algunas calles del casco antiguo sencillamente no se puede caminar, a lo que hay que sumar bares y restaurantes ubicados en esta zona que producen ruidos molestos hasta al menos 2 de la madrugada, tiempo en el que los vecinos no pueden dormir entre risotadas, gritos y voces altas.

El descontrol reina en Puigcerdà y Piñeira pasa de todo, el personal municipal se suma cada vez más a no hacer nada, viendo la inmunidad con la que se mueven sus compañeros lo mejor es sumarse al rebaño y aprovechar mientras dure la fiesta.

Al señor alcalde no le preocupa en lo más mínimo lo que haga su personal, a fin de cuentas es dinero público, aunque eso sí, los gastos del equipo de gobierno se han disparado en los últimos años con la bendición de la oposición y del comité de empresa.    

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