lunes, 30 de enero de 2017

La nieve nos deja ver oportunidades y también oportunismo, además de ratas cubanas y tuits desafortunados.



Hemos pasado unos cuantos días de temporal en los cuales las nevadas nos dejaron varias anécdotas y también, en la primera semana donde la nevada fue importante, una lluvia de críticas a la gestión del ayuntamiento en la misma.

Más allá de que esas críticas tuvieran o no razón lo cierto es que al actual gobierno municipal encabezado por Albert Piñeira no le hicieron ninguna gracia, visto lo visto, pudimos apreciar de de todo, algunos escritos que poco tenían que ver con la nieve sino con ratas y trols, ( aunque no entiendo lo de trols en fotos) y por supuesto, algún comentario de esos que te dejan mal sabor de boca.

Me refiero a un comentario en concreto colgado en una red social donde se felicitaba uno por uno, nombres incluidos, a cada regidor del ayuntamiento por la gestión en la primera nevada ¿ porque el mal sabor de boca? porque la persona que lo hizo y que afirma ser el sucesor del actual alcalde parece pensar que la nieve se quitó desde los despachos, dicho de otra forma, en el afán de caerles bien a los "jefes" ( en mi país le tildaríamos sin dudar de lame botas, aquí se debe ser más políticamente correcto y dejarlo en un comentario oportunista pero "desafortunado".

Algún tuit del que luego su autor se disculpó, nacido de un vídeo irónico que hacía referencia a la falta de potasa en los contenedores distribuidos para tal fin por la villa y ya por último este fin de semana el propio alcalde que critica la gestión del túnel del Cadí, aquí veo el oportunismo de Alber Piñeira que por cierto, quedó más que a la vista a pocas horas de formulado el mismo.

La pasada semana ya existían desde el martes, previsiones de nevadas abundantes en todo el pirineo, con los planes de emergencia activados, pues bien, parecía que el mundo se acababa  y los barceloneses subían en un número desproporcionado a la comarca y también a Andorra.

En muchas oportunidades de época invernal he viajado desde la ciudad condal o hacia la misma un viernes por la noche y nunca había visto lo que ví este viernes, ya a la altura de Manresa el tráfico hacia la Cerdanya era intenso, ni la lluvia continua y de momentos transformada en aguacero impedían contemplar coches circulando a más de 130.

Ya a la altura de Puig Rei era más que evidente que el destino del 95% de esos coches era la comarca de la Cerdanya y a 5 kilómetros de llegar a Berga comenzaba el monumental atasco.

Según el señor Piñeira el tema de tal situación fue la falta de previsión del la gestión del Túnel del Cadí, algo totalmente incierto, sólo quienes acostumbramos a ver  los desplazamientos del fin de semana en temporada de esquí sabemos que la cantidad de vehículos fue desproporcionada, algo que el Túnel del Cadí podrá corroborar mediante la lectura comparativa y verificar sin lugar a error con la cantidad de vehículos que por allí pasaron,

Piñeira deja la sensación que querer enmendar lo sucedido días atrás a nivel local denunciando una situación inusual , de la que nadie en realidad puede ser culpado, ayer el comentario casi generalizado era de extrañeza y también cuestionada su actitud.

Pero estas situaciones nos han dejado evidentes enseñanzas, entre ellas un alcalde informando a sus  vecinos de la situación y medidas a tomar en la segunda nevada, incluidas fotos casi instantáneas tomadas en sitios estratégicos de la villa, dejando además bien claro que en las tareas de limpieza de la nieve se podían apreciar empresas o maquinaria contratada, faltó sólo un cartel fluorescente que indicara el nombre de la empresa o decir: " este vehículo o máquina está contratado por el ayuntamiento para el operativo nevada".

Los padres supieron esa misma tarde-noche que sus hijos en edad escolar o de instituto tendrían clase al otro día, las calles y aceras se limpiaron con más celeridad y efectividad que la anterior nevada, cabe decir que la última fue más aparatosa pero menos copiosa.

El caso es que gracias a la nieve los vecinos de la villa que utilizan las redes sociales pudieron apreciar el trabajo de la brigada, con gente que llevaba 13 y 15 horas de trabajo initerrumpido, pero también comprobar por una parte el nerviosismo a nivel de gobierno, casi a la par del oportunismo de algún "delfín" que sólo piensa en adular a sus "jefes" sin pensar en ningún momento en los que de verdad hacen el trabajo....ha. sí, sí, claro, es verdad, están para eso, para eso se les paga, vaya, como al equipo de gobierno, 156 mil euros al año para evitar cosas como las pasadas en la primera nevada, que no fueron graves pero mejor planificadas podrían haber sido minimizadas, pero claro, si opinas en contra de eso eres o de izquierdas o tienes algún oculto rencor por algo,

2 años le quedan a este equipo de gobierno para aplicar lo que sin duda han aprendido gracias a estas nevadas.    Y serán largos visto lo visto, sobre todo por el nerviosismo creado en su seno y en su entorno, de golpe ven en simples opiniones y comentarios a gente que conspira en su contra.

Tanto así que Piñeira critica la gestión del túnel el pasado viernes pero no veo ni una sola declaración por el pasado domingo donde las retenciones fueron kilométricas pero ya sin nieve-  ¿ También en eso tuvo la culpa el Túnel del Cadí?  ¿ Seré demasiado susceptible si pienso en una actitud deliberada donde la empresa a cargo decline a seguir negociando una gratuidad para los vecinos de la Cerdanya por estas críticas?   ¿ O será sólo unas declaraciones apresuradas formuladas por Albert Piñeira?

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