Hace tan sólo días de la vigésima segunda fiesta del Trinxat,
todo un clásico ceretano, una referencia a nivel comarcal, local y autonómico.
Esta última
celebración de la fiesta el haber marcado un límite en la capacidad de la
misma, en cuanto a localidades disponibles, es de por sí una forma de decir que es un éxito total, para muchos vecinos es la fiesta de
todos, para otros la oportunidad de codearse con la clase política catalana y
para otros de encontrarse con vecinos de pueblos cercanos a los que de otra
forma no verían.
Para la actual
oposición es un dilema a resolver, en especial a lo que se refiere a gastos
generados y a lo que recibimos a cambio, para el actual gobierno es una oportunidad
de "vendernos" de tener publicidad a precio de rebajas y por otra
parte mantener una fiesta que es ya tradición y parte del calendario de muchos
vecinos.
Para la
gastronomía local una oportunidad de compartir con todos, vecinos y visitantes
las delicias que se preparan con productos de la comarca, al tiempo que se
muestra por lo general una diversidad culinaria elaborada con arte, mezcla de
tradición y modernidad de los fogones locales, Cuina Pirenaica deja el pabellón
más y más alto en cada fiesta.
¿Alguna vez tanto
aquellos que disfrutan de la fiesta como los que hacen posible la misma se han
detenido a considerar el esfuerzo, el coste y las personas que son necesarias
para esta fiesta? Con esto quiero decir que el precio del menú que ofrece la fiesta es puramente testimonial, pues los platos y postres que acompañan el Trinxat es hablar de alta cocina.
Para disfrutar de
esta fiesta de una sola noche hacen falta numerosas horas de trabajo, de
organización, de planificar detalles, de "soñar" la fiesta, piense,
apreciado lector, que el cartel de la fiesta ya se elige el año anterior, si no
me equivoco. Desde la oficina de turismo se le dedican
decenas de jornadas por parte de sus técnicos en recibir información o brindarla
a todo aquel que esté interesado en disfrutar de la fiesta, venta de tickets,
etc.
Desde el gobierno
municipal además de dar el sí y delegar funciones les toca comprar todo lo
necesario o encargar parte de esta tarea a empresas especializadas, como el
tema catering, por ejemplo, Y, en teoría existe una "comisión de
fiestas" que merece un escrito aparte, dado lo peculiar de esta supuesta
comisión. Aunque de mi parte y sin despreciar el trabajo que pueda hacer esta comisión creo que el trabajo que se hace desde la oficina de Turismo es clave para el éxito de la fiesta.
El caso es que la
fiesta del Trinxat con luces y sombras es un referente en nuestra
localidad.
Luces porque año a
año va a más, toma más prestigio, dimensiones y reconocimiento, que en el caso
de Cuina Pirenaica, como dije, deja el pabellón más que alto, a través de ellos
la gastronomía comarcal y la local ganan terreno año a año. Luces porque
es una fiesta la cual muchos vecinos de Puigcerdà la consideran suya y
disfrutan enormemente de la misma.
Las sombras están,
es imposible que todo salga perfecto, preparar todo para 1000 personas no es
tarea fácil doy por descontado que turismo cumple a la perfección su parte,
Desde el ayuntamiento sí que hay sombras y en muchas facetas, mientras que
desde Cuina Pirenaica es un chapó gigante. Y comisión de fiestas es un capítulo a parte, con muchas sombras y preguntas a formular en un próximo escrito.
¿Que los gastos
superan las entradas? SÍ, no tenga dudas que es así, aunque pueden estar
justificados con la publicidad que se genera de forma gratuita, una por otra,
podríamos decir.
26.950 euros sería
la cifra recaudada si todos los que asistieron pagasen, pero es evidente que no
es así. Pero el tema económico no es importante sino los resultados que
arroja la fiesta y que todo apunta que son positivos
Gastos por
supuesto que hay, orquesta contratada, servicio de catering, camareros, que son
arriba de 30 personas, personal municipal al menos 8 por 7 jornadas completas, alguno me puede decir que la gente de la brigada ya está paga, lo cierto es que más del 50% de la misma debe salir de las tareas asiganadas para dedicar todo su tiempo a la preparación del espacio dedicado a la fiesta etc.
etc.,
Las sombras son
los detalles que pasan inadvertidos para muchos, incluido quien escribe pero
que para otros es algo que les causa molestia, dolor, preguntas varias y puede
que indignación.
En esta fiesta
trabaja mucha gente de forma altruista, con ilusión, con ganas, con orgullo de
representar su pueblo, su gastronomía, parte de su identidad y creo que se
merecen todo el respeto y el agradecimiento por parte de sus vecinos, de los
que pueden disfrutar de la fiesta y de los que la miramos desde fuera, pero con
positividad.
47 firmas
colaboran directamente, dentro de las cuales están las de Cuina Pirenaica.
Y me gustaría
enviar un mensaje al equipo de gobierno municipal en este sentido, en la minuta
o menú de la fiesta hay un pequeño gran detalle que ha provocado malestar en
Cuina `Pirenaica y es el reverso del mismo donde aparece el nombre de un hotel
en concreto y que no ha gustado nada de nada, de hecho, se considera que no
debería estar allí quizás es tiempo de reunirse y explicarlo o sencillamente
pedir disculpas y que no se vuelva a repetir.
Cabe destacar que
es la mayor sombra de la última fiesta y la otra es la referente a la comisión
de fiestas, pero eso merece otro escrito.
La fiesta del Trintxat
goza de muy buena salud, es un éxito rotundo edición a edición, fruto del
trabajo de mucha pero mucha gente. Ojalá siga siendo así.
En cuanto a lo que
nos cuesta hay interés de que se sepa en detalle por parte de la oposición y
sería bueno compartir esos números lo antes posible para dejar claro este
capítulo y si es posible, cerrar el mismo a susceptibilidades.
En lo personal y
sin disponer de todos los datos mi estimación es que la fiesta arroja unas
´perdidas que superan los 10 mil euros, pero, si tenemos en cuenta la
publicidad que a cambio recibe el ayuntamiento y más en un presupuesto de 11
millones de euros anuales es una cifra insignificante y que considero una
inversión.
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