Su talón de Aquiles; querer tener a todo el mundo contento, dicho hasta por sus partidarios
En las últimas semanas y debido a unos cuantos vídeos y algunos
escritos he recibido preguntas o comentarios. Algunos preguntan si
existe algún problema con el señor Piñeira, si hemos discutido o si me han
negado algo. A todas esas preguntas la respuesta es no.
Lo de los
comentarios ya es más complicado de detallar, Sugerencias o comentarios de
desperfectos, etc., Y algo en común: qué me motiva o qué problema existe con
Albert Piñeira, alcalde de Puigcerdà.
Vamos a lo que
pienso del señor alcalde y luego la motivación, que puede o no ser
comprendida.
Albert Piñeira es
al menos desde mi punto de vista un buen alcalde, claro que podría mejorar,
pero es una persona que se preparó para el puesto que ocupa.
Metódico,
trabajador, empático, perseverante, un crack a la hora de conseguir
subvenciones para mejorar Puigcerdà, incansable, inteligente, tolerante,
abierto a escuchar y como dicen muchos: se apunta a un bombardeo.
¿Tiene defectos?
Hombre sí, claro, y en uno coinciden simpatizantes, compañeros de
partidos, vecinos de otras ideas políticas y mucho más: No se puede querer
estar bien con todos, No se puede decir sí a todo y no se puede ser tan
complaciente.
Tiene el defecto o
la virtud de no delegar o que todo pase sí o sí por sus manos, esto provoca
retrasos y si lo miramos más detenidamente el tener siempre la última palabra
es en el fondo falta de confianza en sus compañeros de equipo.
Honrado no me cabe
la menor duda, diplomático también, elegante hasta para decir no, también, y
que la vida que ha escogido le ha pasado facturas pesadas en su vida personal
es un hecho.
Le ha perdonado el
despido al menos a 4 funcionarios, 2 o 3 de ellos con suficientes causas para
despido, con expedientes abiertos, cuando era el momento de dar ejemplo, sobre
todo porque al menos dos merecían incluso más que el despido fulminante.
La primera
legislatura con algunos errores, pero aceptable, además, seamos sinceros,
frente a él no había rival ni proyecto, aunque el proyecto de Piñeira tampoco
se dio a conocer a no ser el miting final de campaña, de forma oral.
¿Su futuro
político? El inmediato está en Puigcerdá, el partido en el que nació
políticamente ya no existe y el nuevo no es más que el viejo con un nombre
difícil de recordar, normal, para todos sigue siendo CiU, Pero lo cierto
es que forma parte de un partido que actualmente no goza de apoyo ciudadano,
que tampoco cuenta con un líder carismático ni un programa que pueda hacer
pensar que el actual alcalde de Puigcerdà llegue a ocupar un cargo de
relevancia, sea en Cataluña como conseller o en Madrid como diputado.
Por tanto, creo
que aspirará a un tercer mandato municipal, con al menos un 50% de cambios en
el equipo, por desgaste, por ideas, por renovación de confianza y por qué más
de uno quizás le diga no a acompañarlo en un tercer mandato.
Del primer al
segundo mandato se ha notado la diferencia, la degradación de la villa se nota
en el día a día, las obras prometidas en el viejo hospital parecen esperar la
llegada de las próximas municipales para que la gente las tenga frescas en su
memoria, el mantenimiento de algunos servicios esenciales, como el de los
ascensores, en especial el funicular es lamentable, varias aceras con las
baldosas flojas o que faltan las piezas, el tema de zona de carga y descarga
lleva años siendo un caos que se agrava día a día, parque del Torniquet con
mantenimiento súper reducido, calles que están hechas un desastre, etc.
Por no hablar de
contratos que no salen a concurso, quizás porque el monto es inferior al que
exige la ley, pero son varios los industriales que señalan que se beneficia
siempre a los mismos, algunos con estrecha relación con el gobierno
municipal,
Resumiendo, opino
que Albert Piñeira es un buen alcalde al cual en el último año de mandato se la
han ido varias cosas de las manos, que aún puede rectificar pues le sobra
inteligencia y capacidad, pero que dentro de sus propias filas cuenta con
elementos que, de formar parte de la próxima lista restaran en lugar de sumar,
y, si asumen cargos no medirán a todos con la misma vara.
En cuanto a porqué
tantos vídeos señalando problemas...primero por responsabilidad cívica, cuando
algo va mal lo mejor es decirlo, mejor pasar por cansino que por irresponsable
o permítame una expresión más dura: que, por cobarde, no decir las cosas sólo
por el que dirán o porque se puede enfadar el señor alcalde es de cobardes o de
mal vecino.
Claro que también
se debe a instancias no respondidas, así fuera por respeto. Por ejemplo,
zona azul, donde más de uno piensa que algo personal o que quiero que el
ayuntamiento recaude más y no comprenden que no es normal que dos personas
contratadas de 9 a 13 y de 16 a 20 se pasen 4 horas o más en cafeterías y no
haciendo su trabajo.
En resumen; considero que Piñeira es un buen alcalde, más allá de diferencias y frente a las alternativas que existen.
Pero ojo, no se puede estar bien con Dios y con el diablo, esa postura suya le puede pasar factura tanto dentro como fuera de filas.
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