domingo, 17 de diciembre de 2017

21 D ¿el comienzo del camino esperado?


A pocas horas de que el pueblo acuda a las urnas, con una participación estimada en el 80% nada está ni claro ni decidido ¿O sí?

El conflicto entre Cataluña y España ha provocado una división social, política e incluso empresarial, de eso no hay dudas, de lo que sí existen fundadas dudas es de que el próximo 22 de diciembre, ya con los resultados en la mano Rajoy se plantee asumir que existe un 47% de los catalanes (según las últimas encuestas) que apuestan por la independencia.

Y aquí es donde el tema queda más que claro, no se puede mirar hacia otro lado, ignorar que existe una Cataluña dividida entre separarse de España y otra por quedarse.     Un 43% de los catalanes apoya a los sectores nacionalistas y al PSC, que, apuesta por seguir en España, mientras que un 8% se queda en medio de las dos posturas y apoya a Podemos.

Espinoso y complicado tema que ha separado familias, amigos y más.

Pero existe una realidad incontestable, que empuja a quienes miramos el conflicto no de fuera pero sí con atención, que, a pesar de la fuga de empresas, a pesar del 155 con políticos presos o en el exilio, a pesar de que el turismo desciende notablemente y las consecuencias económicas son considerables, a pesar de muchos y muchos palos en la rueda existe al menos en las encuestas, la mitad de Cataluña que clama por separarse de España.

Estas horas que quedan serán decisivas para uno y otro bando.      Y la incertidumbre crece, como seguramente crezca la preocupación por parte de Rajoy, su gobierno y por supuesto, el rey, es evidente que el mundo tendrá puestos los ojos en el 21 D.

Y una casi segura victoria del independentismo debería forzar al gobierno español a formar una mesa de diálogo, quizás incluso con mediadores internacionales y buscar una salida digna y honrosa para ambas partes.    Como que también queda claro que el camino iniciado por la ANC no tiene retorno, pero sí un muy largo recorrido por delante, donde nada será fácil y los palos o piedras en el camino serán enormes.

Hace más de 34 años conocí en mi tierra a un exiliado catalán, ex soldado de la República, si bien vivía en libertad era un preso de sus recuerdos, un hombre que cada día derramaba lágrimas de nostalgia por esa tierra que por cuestiones de salud nunca volvería a pisar.

De la mano de ese hombre llegué a conocer la primera plaza en el mundo construida en homenaje a Lluís Companys, me la presentó como si fuese la mayor obra arquitectónica jamas concebida, acariciar con sus manos aquel monolito y sus figuras de bronce, ver cómo derramaba lágrimas de emoción, orgullo y tristeza me llevan a hoy a pensar en varios vecinos de Puigcerdá que llevan toda una vida luchando y soñando con una Cataluña libre.     A ellos, pero sobre todo a los que dejaron su vida luchado por ello, todos mis respetos. 

A través de él pude saber que ya desde los tiempos del colonialismo los catalanes tenían prohibido negociar en las Américas, que su tierra había sido mutilada sin misericordia y caprichosamente por los reyes de aquel entonces.     Que luego de esa guerra civil al pueblo catalán se le prohibía usa su lengua, de la misma forma que aquel país partido por el reino francés y español sufrió también la persecución de su gente por su lengua y que hoy en día en los conocidos como Paisos Catalans su uso es casi anecdótico.

Luego de más de 300 años buena parte del pueblo catalán continúa luchando por enmendar al menos parte de esa injusticia, no creo que a nadie le guste saber o contemplar cómo, sin consultar ni tener en cuenta a su pueblo, se puede partir un país en dos.

Pero regresemos a la actualidad, el 21D debería de ser el comienzo de un camino en una nueva etapa, en aquello que se dice, la gota orada la piedra, el escenario que nos dejará el 21D no es para nada diferente del anterior, eso es un hecho.

Como es un echo que deberán uno y otro bando buscar caminos que los saquen de esta encrucijada, allí es donde se verá la famosa capacidad de negociar de los catalanes. 

Puede que la UE pretenda desmarcarse de este tema, pero cuidado, las elecciones las convoca el gobierno español y la gente va a responder a través de los votos.

Lo más sensato, justo y racional sería la convocatoria a un referéndum donde quede plasmada esa voluntad ciudadana, las armas serían las urnas y su resultado pondría a Rajoy en una más que incómoda posición a nivel nacional e internacional.

Vale, constitucionalmente es ilegal que Cataluña se separe de España, pero las leyes y la misma constitución se hicieron para modificarlas y el caso catalán es un motivo para cambiar la constitución, puede que la propuesta socialista de un estado federado no sea tan mala idea.

Pero nadie, ni el más obtuso, ni el más cerrado de los políticos o ciudadanos puede negar que si luego de todo lo sucedido el pueblo catalán en su mayoría continúa reclamando la independencia es que algo habrá que hacer para resolver esto.

Vox Pópuli Vox Dei ...eso no lo puede negar ni siquiera Rajoy y compañía.     Y lo que imagino se pensó sería la solución al problema, donde los resultados permitirían a los nacionalistas gobernar y aplacar los reclamos republicanos acaba siendo un boomerang que veremos como lo maneja, porque ya no quedan dudas, los independentistas o el reclamo de todo un pueblo en las urnas le gritan a Rajoy que no los quieren.

Pero por otra parte existe un 43% que sí desea continuar perteneciendo a España, lo dicho, es el comienzo de un camino, largo, complicado y lleno de obstáculos, pero donde la voz y la voluntad de un pueblo no pueden ni deben ignorarse.   Dios bendiga a Cataluña, pero, sobre todo, de todo corazón espero que sea el comienzo para una solución definitiva. 

Puede ser ese camino el que siguen perseverando el que finalmente, dentro de décadas, conduzca a Cataluña a ser una nación o como mínimo a ser respetada y tratada justamente.


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