viernes, 22 de diciembre de 2017

21D, mi lectura personal de los “votos prestados”.

     
Las encuestan es una cosa, la realidad es otra, cuando todos daban por echo que ERC sería la fuerza más votada, JxCat dio la sorpresa.     C’s tenía un buen pronóstico e incluso PSC, pero a la hora de la verdad los indecisos fueron decisivos.

Horas antes de votar a nivel local y comarcal se manejaron varias hipótesis e incluso algún alcalde convergente admitió que el soberanismo podría perder en la comarca, basado en conjeturas aceptables, algo que era avalado además por datos serios.

Finalmente, no se cumplieron los vaticinios y el soberanismo demostró músculo, el mismo que demostró tener JxCat, no sólo en el Museo Cerdá, donde supo transmitir la importancia de que cada voto cuenta, su estrategia dio mucho mejores resultados que la de lamentarse por los compañeros presos y que España humilla a los catalanes, etc etc.

Nadie puede negar que la sociedad catalana se encuentra dividida entre dos modelos de país, el republicano y el monárquico, muchas mesas familiares estas navidades tendrán ausencias gracias a estas diferencias que han roto amistades e incluso parejas, que han distanciado familiares y que han provocado a nivel local que alguna firma comercial o varias pierdan clientes.

5 años de un conflicto del cual somos muchos los que comenzamos a estar algo cansados de escuchar la misma cantinela, sí, pero también 5 años donde de uno y otro bando vimos y seguiremos viendo juego sucio, ambos utilizando todo lo que esté en sus manos para intentar convencernos de quien lleva la razón.

El espectacular resultado a nivel de toda Cataluña obtenido por C’s lo tienen que reconocer todos, tanto constitucionalistas como soberanistas, pero… los primeros deberían contener su euforia y meditar los resultados obtenidos.

Queda clara la voluntad férrea y la determinación de la mitad de la sociedad catalana de separarse de España, pero cuidado con aquellos que sueñen o se crean que C’s mantendrá este mismo apoyo a nivel municipal, porque se pueden llevar una sorpresa muy desagradable.

C’s ha triunfado sí, imposible negar lo evidente, pero…ha triunfado con el voto prestado de socialistas y de PP, incluso de decenas de miles de convergentes y quien sabe, hasta de algún simpatizante de ERC, que alguno que otro sentí comentar que Junqueras había sido tonto al dejarse llevar a la cárcel.

Los votos de C’s no son todos ni mucho menos por un buen discurso, tampoco por una buena campaña electoral (conste que no hubo miting en Puigcerdà y aún así hay más de 1200 votos) buena parte de esos votos provienen de gente que, apuesta por una España unida, pero, que, a la hora de votar municipal o no votan o votan al vecino, como es natural, lógico y comprensible, en las municipales se vota la persona, no el partido.

Esto sucederá a lo largo y ancho de todo el territorio catalán en poco menos de un año, lapso donde los “naranjitos” tendrán -o no- oportunidad de demostrar que son merecedores de los votos prestados e intentar capitalizarlos.      En mi caso diría muchas cosas por las cuales no hubiese votado esta formación, pero la resumo en una sola:  C’s está a favor de quitar la asistencia sanitaria a los inmigrantes irregulares, ya solo con esto no los hubiese votado.

Los votos prestados pasan factura, en el 2015 la CUP se benefició notoriamente, en menos de dos años y gracias a su forma de hacer política esos votos regresaron donde debían, C’s no sólo corre ese riesgo, sino que en pocos meses verá que España es una cosa y los municipios otra muy pero que muy diferente.

C’s a nivel local había comenzado un buen trabajo con Aleix, trabajo de hormiga que le llamo, pero una vez este joven dio un paso al costado nadie levantó el testigo, no hasta hoy, que, alentado por los buenos resultados parece ser que finalmente se lanzan a la arena y a trabajar por los vecinos de la villa.

El año y medio, poco menos que nos separan de las municipales es tiempo más que suficiente tanto a nivel local como en el resto de los municipios catalanes para ir haciendo política, para detectar problemas y plantear soluciones, para elaborar proyectos, para crear empatía y darse a conocer.    
Pero cuidado, que los votos prestados son mucho más de lo que parecen, cuidado, que lo complicado no es llegar sino mantenerse, que todo lo que sube baja.

En lo personal tengo varios argumentos, pero no soy yo sino los vecinos quienes ven a los “naranjitos” como fachas, aunque se debe reconocer que pocos son los que de verdad conocen la definición de esa palabra, que en los últimos meses vale para etiquetar a todo aquel que piense diferente a los nacionalistas.


Inés Arrimadas es la más votada, sí, es verdad, pero cuidado, los votos prestados no es que se devuelvan, es que se van solos, para muestra la CUP.    Mejor bajar los pies a la tierra, así la caída a la realidad no será tan dura. 

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