Anoche el Museo Cerdà se vio completamente desbordado ante
el cierre de campaña de los ex convergentes. Luego del video-mensaje del destituido
presidente Puigdemont el alcalde de la villa realizó una exposición que se basó
en las razones, motivos y necesidades para ir a votar en el día de mañana.
Durante la misma resaltó, como también días
pasados lo hizo Raimon Ribas, la importancia del municipalismo en el gobierno y
cómo, desde las alcaldías también se construye país.
Luego vino la exposición del presidente del Consell
Comarcal, Ramón Moliner, lo noté nervioso, quizás por lo peculiar de la
situación, con un discurso escrito pero claro.
Artur Mas expuso argumentos sólidos del porqué de la
necesidad de ser autónomos y continuar dentro del centralismo español.
Finalmente, Gemma Geis cerró el miting con un discurso
similar al del resto.
Ahora a reflexionar.
Aquellos que me leen podrían esperar alguna crítica. Quizás un cuestionamiento que alguna parte
del miting.
Confieso que quizás en los años que llevo en Puigcerdá puede
que sea la primera vez que escucho un cierre de campaña donde el respeto a sus
adversarios políticos, incluso aquellos que apuestan por el centralismo fue total,
sencillamente algunas palabras demostrando el antagonismo de ideas, conceptos y
objetivos, ya para sus ex socios de gobierno guante blanco y elegante, sin una
sola palabra despectiva.
Un miting orientado a informar, el por qué, el cómo, las
consecuencias de ir o no ir a votar, pero eso sí, transmitiendo esa vital
necesidad e importancia de que cada voto será decisivo, tanto, que en ese voto
está el futuro en juego de esta y muchas más generaciones.
Quizás en un futuro algún partido debería plantear 48 horas previas
a las elecciones, 24 donde la gente pueda escuchar, leer o repasar los cierres
de campaña, donde todos ponen hasta el último aliento para exponer ideas o
propuestas.
En pocas horas todos aquellos en condiciones de votar tienen
en sus manos el futuro de Cataluña, estarán aquellos que piensen en que por un
voto más o menos no se cambiará nada, mientras que otros posiblemente vayan a
votar incluso estando enfermos.
Un voto para defender gobernar desde la autonomía, defendiendo
la dignidad, apoyando la constancia, la perseverancia y la lucha de mantener
una identidad propia, una lengua propia, una necesidad de ser capaces de
ejercer una autonomía que hoy no se tiene, ya no por el 155 sino porque es
verdad que han tumbado o derogado leyes que mejoraban la calidad de vida de
todos los catalanes como la de pobreza energética, un solo ejemplo entre
decenas, sin tener para ello razones ni de peso ni constitucionales ni nada que
se parezca.
Anoche mientras escuchaba a los ponentes fui observando a
los presentes, sin distinción de edad contemplé rostros emocionados, varios de
ellos con lágrimas en los ojos, gestos de afirmación, largos aplausos, gestos
de asentimientos.
Podría pensar que como son gente que apoya a la ex CiU estaban
allí por afinidad de ideas y por apoyo, pero allí había gente de ERC, PSC entre
otras en las cuales vi los mismos gestos o incluso más.
Y es que mañana se juega mucho, no, no se juega mucho, se
juega todo. Elecciones atípicas con
candidatos presos o exiliados, elecciones en un día laborable, con 15 días
donde todo acaba en incertidumbre, esperanza, en ilusión y también en miedo de
lo que pueda pasar.
Mañana es la hora de la verdad, la última oportunidad para mucha
gente de lograr que Catalunya avance, para otros, la oportunidad de acabar la
crisis interna.
Pero para centenares de miles es la hora de la dignidad, del
respeto, la oportunidad de hacer país por el voto. Una frase mencionada por Gemma Geis quizás
sea la ideal para aquel que aún tenga dudas, adaptada claro, a Catalunya. “No preguntes qué puede hacer Catalunya por ti,
sino lo que hoy puedes hacer tú por Catalunya”.
Mañana Catalunya te espera, en tus manos está el continuismo
o el cambio, en tu conciencia más que en tus manos está el valorar el por qué a
pesar de los palos en la rueda, a pesar de la fuga de empresas, a pesar del catastrofismo,
a pesar de tantas adversidades las encuestas siguen poniendo al sector
soberanista como casi ganador de las elecciones.
Tuya es esa responsabilidad de votar o no, pero cada voto cuenta. La diferencia entre centralismo o autonomía
marca ese voto. Poco más puedo decirte,
o mucho, pero es jornada de reflexión y toca, sobre todo, que pienses qué país
quieres, qué país te mereces, que futuro esperas. Anoche en el fondo esperaba quejas,
lamentaciones, esperaba dedos acusadores del gobierno, esperaba incluso algún
golpe bajo.
Me encontré con personas que te proponen un país con
justicia social desde la autonomía e independencia o un país en el cual nos
digan desde Madrid y desde su conveniencia que hacer, cuando y como. Me encontré con personas con ganas de
construir, de avanzar, de reparar, de perseverar, de luchar.
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