Para la mayor parte de la sociedad mencionar educación privada es relacionar costes de enseñanza que pocos pueden asumir o si lo hacen es desde un poder adquisitivo de medio a medio alto. Y ese concepto, como en muchas facetas de la vida, también va cambiando, adaptándose a los tiempos que corren.
192 años han pasado de la fundación de Congregación de Hermanas Carmelitas de la Caridad, conocidas también como Hermanas Vedruna, un 26 de febrero de 1826, en el Manso Escorial de Vic, 192 años…36 escuelas Vedruna en toda Cataluña, 2500 profesores más personal administrativo, gastronómico y de limpieza.
Toda una industria dedicada a enseñar, a transmitir valores, a inculcar además de conocimiento, respeto y fraternidad. Que pena que la clase política no solo catalana o española no sepa tomar referencias de sus métodos de enseñanza, porque, lejos de lo que pueda parecer no se aplica una doctrina religiosa.
El éxito educativo de las Hermanas Vedruna no es casual, que Cataluña tenga 36 escuelas aún menos, pero si entramos a su web veremos que a lo largo de casi dos siglos la fundación fue creciendo en escuelas que están instaladas en varios países del mundo, América del Sur, América del Norte, El Caribe, algunos países de Europa, en África y en Asia.
La importancia de acompañar los adelantos tecnológicos y adaptarse continuamente a los tiempos que corren es para Vedruna uno de sus pilares fundamentales, sus profesores reciben formación constante, la inversión en mantener actualizados sus conocimientos y fórmulas de aprendizaje es una norma no escrita pero obligada en el personal docente.
Pero no sólo en la educación o enseñanza avanzan, lo hacen también incorporando deportes como en Vedruna Puigcerdà, BTT o Fútbol sala, este último ha logrado un consolidado éxito deportivo de alcance internacional.
Son muchas las facetas a destacar dentro del staff que componen las Escuelas Vedruna, no es calidad de enseñanza, es docencia desde la dedicación, desde la vocación y desde el amor a enseñar, a transmitir valores, es ver la diferencia entre la enseñanza pública y la privada, que tiene muchas diferenciaciones que deberían mirar aquellos políticos que se implican en “mejorar” la enseñanza del país.
Preguntarse cómo casi dos siglos más tarde este tipo de escuelas concertadas han sido capaces de adaptarse a los continuos cambios que se producen en nuestra sociedad, educativos, sociales y tecnológicos.
Vedruna puede no ser el único ejemplo positivo de enseñanza privada en España o Cataluña, pero es uno de los más sólidos y es de referencia internacional. Alguno puede pensar que esto es un spot comercial, cuando intenta ser un escrito que invite a la reflexión de todo lo que debe mejorar la enseñanza pública en España.
Para los que tienen más de un hijo el gasto que ocasiona su enseñanza puede ser considerado como inasumible, pero si comparamos entre uno y otro veremos que en realidad es un gasto mucho menos costoso de lo que pensamos.
En un mundo más globalizado ya no es sólo enseñanza sino adaptarse a cambios que también produce la inmigración, que se transmiten por ejemplo en la alimentación, comida halal, por ejemplo, pues también en eso han avanzado las escuelas Vedruna, en un ejemplo claro de su capacidad de adaptación a los tiempos que corren, que va más allá de la alimentación para situarse en la diversidad acompañada de la tolerancia.
En materia de tecnología Vedruna introduce a los niños desde los 4 años en el mismo, por tanto, se forman rodeados de nuevos métodos de enseñanza sea con tablets u ordenadores e interactúan con los demás niños, algo que a medida que avanzan en edad continúan haciendo con un ritmo personal de estudios, en cada una de las facetas.
El control parental se puede realizar en todo momento desde la web de la escuela, donde los padres podrán controlar la actividad de sus hijos de forma total, formular preguntas a los profesores, etc., en definitiva, interactuar cotidiamente con el centro de estudios y evaluar junto a los profesores la actividad y ritmo de estudio.
En materia de gastos sería bueno poder evaluar los gastos (material de estudios, libros, etc.) gastos extras como salidas, ropa, etc. Quizás no le resulte tan oneroso como parece, pero si tiene algún vecino, pariente o amigo que tenga hijos en Vedruna, preguntar la suma total anual y compararla con la actual enseñanza pública.
Lo dicho, la clase política debería tomar ejemplo de la enseñanza privada y aplicar muchos de sus métodos en la enseñanza pública.
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