En los últimos días se habla y se rumorea mucho por el tema
de la Comunidad Musulmana en Puigcerdà, según algunos vecinos ya se intentó la
mezquita en una ex carpintería se juntaron firmas y la mezquita no prosperó,
ahora la vieja academia del lago es lugar de oración con permiso del ayuntamiento,
pero los vecinos de la zona no quieren que exista allí lugar de oración.
Al parecer la Comunidad Musulmana se constituyó como entidad
y a través de la misma logró permiso municipal para tener sitio de reunión y
oración. Bien, varios vecinos de
Puigcerdá se vuelven a reunir mañana en el polideportivo para tratar el tema y
futuras acciones, entre ellas, una reunión con el alcalde para trasladarle esa
preocupación, ese miedo y ese rechazo a que los musulmanes tengan en Puigcerdà
un lugar de oración.
Algunos detalles que se manejan son del todo inciertos, como
la cifra de marroquíes o musulmanes que viven en Puigcerdà, según algunos de
los que se reúnen la cifra es de más de 400, algo totalmente falso, fuera de
toda realidad, la cifra no pasa de 160.
El miedo a que suceda algo como lo gestado en Ripoll es
lógico, pero no racional, en Cataluña existen varias mezquitas y permítame
señor lector, que le pida que piense por unos momentos, Lleida tiene o está
construyendo su mezquita, con una presencia apreciable de musulmanes es esa
ciudad, seria muy bueno conocer si la cifra de musulmanes creció
considerablemente desde ese entonces.
El atentado de Barcelona duele, y duele mucho, sí, sin duda
alguna que nada volverá a ser igual desde entonces, como les debe doler a los
americanos el 11S, sin embargo, no hubo cierre de mezquitas ni prohibición a
construir más.
Pero regresemos al tema central, que es, más allá de todo,
preocupante y merece ser tratado como tal.
Hace falta diálogo, de la misma forma que hace falta poner freno a
rumores y a sembrar miedo, para ello entonces se necesita sí o sí un diálogo
social urgente, con todas las partes implicadas, no sólo los vecinos de
Puigcerdà con miedo o rechazo, en su momento un puñado de vecinos por rumores
infundados lograron que un cura fuese trasladado fuera de Puigcerdà, otorgándole
responsabilidades que jamás tuvo: Puigcerdà se llenó de inmigrantes gracias al
cura, vaya falacia, pero….mucha gente presionó y el padre Uriel fue trasladado.
Que no nos pase lo mismo, que exista diálogo, pero diálogo
abierto, que el responsable de la Comunidad Musulmana sea invitado a un debate
abierto, informativo, donde explique cuales son los objetivos y actividades de
su entidad, el porqué de la necesidad de una mezquita, los beneficios que puede
tener para su comunidad y para la villa.
Pero que no sea una convocatoria unitaria, no, que junto a
Comunidad Musulmana estén los responsables de Mossos de Escuadra, el alcalde de
Puigcerdà, un vocal de los vecinos que no quieren la mezquita, el o los regidores
de la oposición y que exista esa información de primera mano, no de personas
que afirmas cosas que pueden o no ser ciertas, que los vecinos de Puigcerdà
tengan la oportunidad de escuchar las dos versiones de este tema.
Que la gente escuche, pero que se le de también la
oportunidad de preguntar, de quitarse dudas, que sean informados desde los
implicados en el tema, Comunidad Musulmana y Ayuntamiento de Puigcerdà, porque
tenemos que tener claras las cosas, porque la gente tiene derecho a decir no,
pero decirlo desde los argumentos, desde la verdad encima de la mesa, desde el
diálogo, desde las cosas hechas dando la cara y con la oportunidad de escuchar
a todos.
Bien, una vez pasa eso, porque el alcalde debería demostrar
que quiere solucionar las cosas de forma transparente y pública, porque ahora
mismo el rumor es que marea la perdiz para dejar que las cosas se calmen,
porque el señor responsable de Comunidad Musulmana tiene que tener muy claro
que el atentado de Barcelona está muy presente en la sociedad catalana y por
ello debe de darse la oportunidad de que se explique y argumente lo que su comunidad
aspira a nivel local, porque las fuerzas de seguridad también pueden aportar
con su información más de un dato importante y trascendental, porque el o la
vocal de los vecinos contrarios a esta mezquita también tienen que decir más de
una cosa es que es necesario ese diálogo social abierto.
Pues eso, una vez pase eso se puede llamar a una consulta
popular a TODOS los vecinos de Puigcerdà empadronados en la villa, excluyendo
sólo a aquellos que no estén en situación legal, que antes de la consulta se
informe a los vecinos del tema en cuestión, si es necesario, convocando a un
segundo dialogo o mesa abierta para que la gente se informe
Y que la convocatoria sea clara, muy clara: Mezquita ¿Sí o No?
Desde mi punto de vista las cosas se hacen así, de forma
democrática, transparente, abiertas, participativas, informando desde la
verdad. No dando cifras falsas y metiendo miedo a la gente, a ver si todavía
hay alguien que lejos de tener miedo a la mezquita esconde un claro motivo de racismo
y discriminación religiosa.
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