Ir al contenido principal

Puigcerdà, la ciudad más generosa del mundo (o cómo nos colaron el Summerfest)

 



Si alguien busca la ciudad más altruista de Cataluña, que deje de buscar: somos nosotros, los vecinos de Puigcerdà. Y no lo digo por nuestras ganas de compartir la coca del domingo, sino por nuestra capacidad —gracias al exalcalde Piñeira— de regalar dinero público sin esperar nada a cambio. Literalmente, nada. Ni un euro. Ni una tapa de queso. Ni un vaso de agua.

El Summerfest: la fiesta que pagamos entre todos (y disfrutan unos pocos)

Resulta que el Summerfest, ese macrofestival que prometía poner Puigcerdà en el mapa, ha sido, en realidad, el mejor regalo de cumpleaños para una empresa privada y unos propietarios de terrenos que, mira tú por dónde, no han tenido que mover ni un dedo para ver cómo sus campos se llenaban de gente y sus cuentas de ceros. Mientras tanto, nosotros, los vecinos, hemos puesto la casa, la comida y la limpieza… y ni siquiera nos han invitado a la fiesta.

El convenio: un manual de cómo ser demasiado buena persona

Nuestro ayuntamiento, liderado por el señor Piñeira, firmó un convenio que parece sacado de un cuento de Caperucita Roja, pero donde el lobo es el presupuesto municipal y Caperucita… bueno, Caperucita somos todos nosotros.

  • ¿Seguridad? La pagamos nosotros.

  • ¿Limpieza? También.

  • ¿Aparcamientos públicos? ¡Por supuesto!

  • ¿Personal municipal? ¡Que no falte!

Mientras tanto, la famosa empresa Clipper’s Live no solo no paga alquiler por los espacios públicos, sino que se queda el 100% de los ingresos. ¡Eso sí que es tener mano izquierda para los negocios! ¿Y la contratación local? Si la quieres, te la imaginas.

Facturamos 800.000 euros y ni una ronda en el bar

En 2024, el festival facturó más de 800.000 euros solo en entradas. ¿Cuántos de esos euros llegaron al ayuntamiento? Exacto: cero. Ni para pagar una ronda de vermut a los jubilados de la plaza. Pero tranquilos, que nos queda la satisfacción moral de haber contribuido al bienestar de una empresa que, seguramente, ni sabe dónde está Puigcerdà en el mapa.

El vecino paga, el privado cobra, y el alcalde… sonríe

Lo mejor de todo es que, encima, tenemos que tragarnos el ruido, los atascos y la ciudad colapsada, mientras los beneficios se van bien lejos. Y si alguien pregunta por las auditorías, la transparencia o las cláusulas de reinversión… que se ponga cómodo, porque no hay ni rastro.

Un ejemplo para la posteridad (o para no repetir jamás)

Gracias, alcalde Piñeira, por enseñarnos que la generosidad no tiene límites… al menos cuando se trata del dinero de todos. Ahora bien, la próxima vez, quizá podríamos pedir, como mínimo, una camiseta del festival. O un bocadillo. O, ya que estamos, un poco de respeto por los vecinos y por el presupuesto municipal.

Puigcerdà, la ciudad donde somos tan buenos que pagamos la fiesta… y ni nos dejan entrar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¡Por fin! La Cerdanya estrena Casal para la Tercera Edad… y el Ayuntamiento de Puigcerdà se pierde la fiesta

Después de  cuatro años de abandono , los abuelos de La Cerdanya por fin tienen un espacio digno.  El Consell Comarcal , en apenas  cinco meses , ha hecho lo que el  Ayuntamiento de Puigcerdà no logró (o no quiso hacer) en toda una legislatura : un  Casal Comarcal de la Tercera Edad  moderno, accesible y, sobre todo,  pensado para ellos , no para la foto. De la "caja de zapatos" sin salida de emergencia al Casal que merecen Recordemos la triste historia: en plena pandemia,  cerraron el antiguo casal de forma cobarde , dejando a los mayores "en la calle". Luego los metieron en un  local minúsculo, sin condiciones , mientras gastaban  300.000 euros en cuatro años  en "tutores" que nadie pidió. Pero eso sí,  siempre había dinero para actos institucionales y fotos de campaña . Hoy, el  Consell Comarcal  ha demostrado lo que es  empatía real : un casal amplio, con actividades de martes a sábado, transporte subvenciona...

Puigcerdà: la inmigración como pilar económico y social, en cifras irrefutables

Un aporte económico que supera el 30% de la actividad local Los datos no mienten: la inmigración es un motor esencial para Puigcerdà. Según el Idescat, el 24% de la población empadronada es extranjera, pero esta cifra subestima la realidad. Si incluimos a nacionalizados y ciudadanos comunitarios, el peso demográfico es aún mayor . Su impacto económico es abrumador: Alquiler y vivienda : Los hogares inmigrantes inyectan  12 millones de euros anuales  en el mercado de alquiler, evitando el desplome de un sector clave. Emprendimiento : Regentan más de  100 negocios  (restaurantes, comercios, servicios), con una facturación agregada de  10 millones de euros al año . Consumo familiar : Gasto anual en bienes y servicios ronda los  11 millones de euros . Seguridad Social : Con una media salarial de 1.200€ per cápita, su cotización sostiene pensiones y servicios públicos. Sumando estos flujos, la comunidad inmigrante genera  al menos el 28% del volumen ec...