En la tarde de ayer leía que el PSC se reorganiza en La Cerdanya.
Y me parece bien, más allá de si simpatizo o no con sus ideales políticos, con sus representantes a nivel comarcal,sí puedo puntualizar que de los visibles, el único que merece mi atención por considerarlo como alguien que está haciendo las cosas de forma aceptable, es el alcalde de Alp.
A Maurell tuve la oportunidad de escucharlo un par de veces y no es precisamente una persona que se destaque por su capacidad de orador, pero, aún queda mucho por delante y pronto se verá si tiene la cintura y la capacidad suficientes políticamente hablando cuando ocupe el cargo en el Consell.
En este punto, sobre todo, habrá que seguir con ojo de lince su actuación, sobre todo por cómo puede ser asesorado y por quién.
Pero el tema en concreto no es el PSC de la Cerdanya, sino sus actuales representantes en la villa, en especial el regidor que prefirió dar apoyo a ERC en contra de lo que se le aconsejó y en contra incluso de lo que el PSC hace a nivel de la comarca.
No es novedad para nadie que Serra ha comentado que es esta su última legislatura y que en principio piensa en pasar a "cuarteles de invierno".
Pero lo que extraña en este caso, más allá del respeto que pueda tener Maurell a Serra, afirme que este último es una "referencia" para el PSC cerdano, cuando este regidor hizo todo lo contrario a lo que se le sugirió y a lo que se esperaba de él a nivel local.
Con actitudes como la de Serra es que muchos militantes del PSC se han sentido traicionados e incluso piensan no votarlo en caso de que pensara repetir en las próximas elecciones.
Quízá esta formación política debería consultar más a su militancia y hasta realizar a nivel local una elección en la que a voto secreto sus simpatizantes decidan quien puede ser en realidad su representante, lo más seguro es que se lleven más que una sorpresa, un baño de realidad.
Pero eso se puede trasladar al resto de formaciones políticas de la villa, desde ERC a CIU quienes deberían dar ejemplo y llamar a su militancia a votar de forma democrática y secreta a sus futuros aspirantes a alcaldes.
Sería esta una forma de darle más participación a la masa militante de cada partido, de hacer las cosas como Dios manda, democráticamente, por que luego pasa lo que pasa, se elige a puertas cerradas y sin que los aspirantes tengan que exponer a su militancia sus proyectos o sus propuestas.
En el caso de CIU es evidente que el hasta ahora cabeza de lista también se equivocó a la hora de formar equipo o lista, basta ver que ni siquiera se había incorporado a su cargo y sin embargo, una de sus integrantes pasó a ser tránsfuga.
El tema es que cada una de las formaciones de la comarca tienen y sobre todo en poblaciones importantes, que escuchar más a sus votantes y sobre todo, permitirles más compromiso y más participación.
De lo contrario, seguirán pasando cosas como las de Serra o las de la regidora tránsfuga de la CIU.
La democracia y la buena gestión política debería de empezar desde sus bases, al menos para que luego aquellos que votan no se sientan traicionados y queden como ha pasado con muchos, con la boca abierta cuando Maurell llama REFERENTE a Serra.
Quizás fué un lapsus de Maurell o una laguna, en cualquiera de los casos creo que no debe de subestimar a sus seguidores y medir más sus palabras, eso, solo por respeto a la capacidad de razonamiento de su militancia pero sobre todo hacia aquellos que seguimos el acontecer político de la Cerdaña.
Y me parece bien, más allá de si simpatizo o no con sus ideales políticos, con sus representantes a nivel comarcal,sí puedo puntualizar que de los visibles, el único que merece mi atención por considerarlo como alguien que está haciendo las cosas de forma aceptable, es el alcalde de Alp.
A Maurell tuve la oportunidad de escucharlo un par de veces y no es precisamente una persona que se destaque por su capacidad de orador, pero, aún queda mucho por delante y pronto se verá si tiene la cintura y la capacidad suficientes políticamente hablando cuando ocupe el cargo en el Consell.
En este punto, sobre todo, habrá que seguir con ojo de lince su actuación, sobre todo por cómo puede ser asesorado y por quién.
Pero el tema en concreto no es el PSC de la Cerdanya, sino sus actuales representantes en la villa, en especial el regidor que prefirió dar apoyo a ERC en contra de lo que se le aconsejó y en contra incluso de lo que el PSC hace a nivel de la comarca.
No es novedad para nadie que Serra ha comentado que es esta su última legislatura y que en principio piensa en pasar a "cuarteles de invierno".
Pero lo que extraña en este caso, más allá del respeto que pueda tener Maurell a Serra, afirme que este último es una "referencia" para el PSC cerdano, cuando este regidor hizo todo lo contrario a lo que se le sugirió y a lo que se esperaba de él a nivel local.
Con actitudes como la de Serra es que muchos militantes del PSC se han sentido traicionados e incluso piensan no votarlo en caso de que pensara repetir en las próximas elecciones.
Quízá esta formación política debería consultar más a su militancia y hasta realizar a nivel local una elección en la que a voto secreto sus simpatizantes decidan quien puede ser en realidad su representante, lo más seguro es que se lleven más que una sorpresa, un baño de realidad.
Pero eso se puede trasladar al resto de formaciones políticas de la villa, desde ERC a CIU quienes deberían dar ejemplo y llamar a su militancia a votar de forma democrática y secreta a sus futuros aspirantes a alcaldes.
Sería esta una forma de darle más participación a la masa militante de cada partido, de hacer las cosas como Dios manda, democráticamente, por que luego pasa lo que pasa, se elige a puertas cerradas y sin que los aspirantes tengan que exponer a su militancia sus proyectos o sus propuestas.
En el caso de CIU es evidente que el hasta ahora cabeza de lista también se equivocó a la hora de formar equipo o lista, basta ver que ni siquiera se había incorporado a su cargo y sin embargo, una de sus integrantes pasó a ser tránsfuga.
El tema es que cada una de las formaciones de la comarca tienen y sobre todo en poblaciones importantes, que escuchar más a sus votantes y sobre todo, permitirles más compromiso y más participación.
De lo contrario, seguirán pasando cosas como las de Serra o las de la regidora tránsfuga de la CIU.
La democracia y la buena gestión política debería de empezar desde sus bases, al menos para que luego aquellos que votan no se sientan traicionados y queden como ha pasado con muchos, con la boca abierta cuando Maurell llama REFERENTE a Serra.
Quizás fué un lapsus de Maurell o una laguna, en cualquiera de los casos creo que no debe de subestimar a sus seguidores y medir más sus palabras, eso, solo por respeto a la capacidad de razonamiento de su militancia pero sobre todo hacia aquellos que seguimos el acontecer político de la Cerdaña.
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