Ayer leía que los comerciantes de la villa enviaron una carta al ayuntamiento pidiendo explicaciones por haberse saltado una norma que reza que entre el 15 de junio y el 15 de setiembre no se pueden realizar obras en buena parte del casco urbano.
Tienen razón, vaya si la tienen, pero por una vez y sin que sirva de precendente, apoyo ese adelantado inicio de obras y lo fundamento.
No es novedad para nadie que luego del 31 de agosto la afluencia turística merma de forma significativa en toda la comarca y este año, de forma especial, otorguemos el motivo a la crisis o a quien queramos, pero hubo notoriamente menos gente que años anteriores.
Por otra parte, si tomamos como referencia la crudeza del pasado invierno, lo largo que fué y que entonces sí que hubo más gente y más turistas ese invierno, creo que el sentido común y sobre todo la previsión han sido las motivaciones del ayuntamiento para adelantar el inicio de obras.
Es verdad que podrían haberle adelantado a los comerciantes este adelanto y también darle explicaciones del por qué.
Pero lo racional, más allá de las formas, más allá de los formalismos o una posible ausencia de diálogo, es que si se adelantan las obras es más que posible que si bien no estén totalmente acabadas para la temporada de invierno, ya la maquinaria y el grueso de las obras hayan desaparecido.
Eso, en mi opinión es sentido común, es aprovechar el tiempo, por que, si miramos comercialmente el tema, el puente de LA MERCE está a la vuelta de las esquina, también vienen muchos turistas.
¿Que se hacía entonces? ¿se esperaba también por ese puente? y ya que estamos lo dejamos para la próxima primavera.
Pueden existir matices pero en general, en este punto apoyo ese adelantamiento y creo que se apostó por el sentido común.
Y la pega es la mencionada más arriba, se podría haber comunicado ese adelantamiento de la misma forma que debe, imperiosa y necesariamente, apostar al diálogo constructivo y en este caso en particular, poner todo en la balanza.
Yo lo hice y en materia de posibilidades comerciales, salen ganando de cara a la zafra invernal, es mi opinión, mi sentido de aplicar inteligentemente el marketing y el sentido común.
Tienen razón, vaya si la tienen, pero por una vez y sin que sirva de precendente, apoyo ese adelantado inicio de obras y lo fundamento.
No es novedad para nadie que luego del 31 de agosto la afluencia turística merma de forma significativa en toda la comarca y este año, de forma especial, otorguemos el motivo a la crisis o a quien queramos, pero hubo notoriamente menos gente que años anteriores.
Por otra parte, si tomamos como referencia la crudeza del pasado invierno, lo largo que fué y que entonces sí que hubo más gente y más turistas ese invierno, creo que el sentido común y sobre todo la previsión han sido las motivaciones del ayuntamiento para adelantar el inicio de obras.
Es verdad que podrían haberle adelantado a los comerciantes este adelanto y también darle explicaciones del por qué.
Pero lo racional, más allá de las formas, más allá de los formalismos o una posible ausencia de diálogo, es que si se adelantan las obras es más que posible que si bien no estén totalmente acabadas para la temporada de invierno, ya la maquinaria y el grueso de las obras hayan desaparecido.
Eso, en mi opinión es sentido común, es aprovechar el tiempo, por que, si miramos comercialmente el tema, el puente de LA MERCE está a la vuelta de las esquina, también vienen muchos turistas.
¿Que se hacía entonces? ¿se esperaba también por ese puente? y ya que estamos lo dejamos para la próxima primavera.
Pueden existir matices pero en general, en este punto apoyo ese adelantamiento y creo que se apostó por el sentido común.
Y la pega es la mencionada más arriba, se podría haber comunicado ese adelantamiento de la misma forma que debe, imperiosa y necesariamente, apostar al diálogo constructivo y en este caso en particular, poner todo en la balanza.
Yo lo hice y en materia de posibilidades comerciales, salen ganando de cara a la zafra invernal, es mi opinión, mi sentido de aplicar inteligentemente el marketing y el sentido común.
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