
En la última edición de Blau, encabezada por una fotografía que evidencia una sonrisa tan auténtica como moneda de 3 euros (cuidar ese lenguaje corporal sería bueno), Planella habla de identidad, autoestima y hasta de reconocer el mérito de sus vecinos.
En su segundo párrafo ya incurre en contradicciones, apoya la identidad en el tema caballos, pero, curiosamente "negocia" con los productores ganaderos para que " el pudor y les mosques" no molesten a los de segunda residencia, en una clara invasión y recorte de derechos de aquellos que han sido por generaciones, responsables de mantener y preservar la identidad de esta villa y esta comarca.
Luego habla de lo bonito y lo bueno de la cerdaña francesa, yo me pregunto cuántos puigcerdaneces habrán podido ir a Font Romeu a aprender a nadar, cuántos de ellos tenían los recursos financieros necesarios para ello, evidentemente, Planella conforma parte de esa minoría priviliegiada que sí tuvo acceso a las cosas buenas.
Los triunfos deportivos pueden poner una ciudad en el mapa, es verdad, pero eso no trae industrias o no trae trabajo y dá de comer a un pueblo, ni les proporciona progreso, en todo caso, como suele suceder a lo largo y ancho del orbe, los truinfos pasan, las miserias quedan, más en este orbe globalizado de hoy en día, donde los triunfos duran lo que un estornudo.
Pero está bien disfrutar de ellos, forman parte de la muestra de unión, de trabajo en equipo, de dedicación y claro, de reconocimiento de sus vecinos, claro que, si estos triunfos son por ejemplo, cuartos a nivel europeo, pasan desapercibidos, no se tiene en cuenta que fueron sin apoyo oficial, sin anunciantes, pero, que a pesar de todo, las majorets, fueron orgullosamente representando a Puigcerdà.
Habla de avances en la villa, si, sobre todo, se produjeron avances de zona azul, de falta de plazas de aparcamiento, pero resulta que sobran plazas y es verdad, si aparco en el quinto pino y luego camino al menos 10 minutos, podré afirmar que hay muchas plazas de aparcamiento gratuitas.
Como es su estilo egocéntrico, dedica 4 letras a las "minorías que no quieren ver los avances", quizás esas minorías vean que hace 2 AÑOS LARGOS QUE EN LA AVENIDA DEL SEGRE NO SE REPARA UN SOCAVÓN, o las plazas olvidadas de Colonia Simón, El Bosquet, entre otras, quizás esas minorías son las que en las próximas elecciones lo pongan fuera del ayuntamiento.
También son minorías los comerciantes de la villa, a los que no consultó cuando comenzó la remodelación del paseo 10 de abril, incurriendo en pasarse por allí mismo las normas municipales y comenzando las obras antes de lo previsto en la normativa municipal.
Pero Planella respeta las minorías, ejemplo claro, la minoría que forman los regidores de CiU, a los que no contesta en los plenos, eso forma parte de su idiosincrasia, pero eso no es algo que identifique (DIOS NO QUIERA JAMÁS) a la mayoría de los vecinos de la villa.
Y ya cuando culmina su artículo, no pude evitar la risa, "no dejamos a NI UNO de sus vecinos en la cuneta.
Dos incendios en menos de un año, dos familias a las que se les dió la espalda olímpicamente, argumentando que es competencia de la Generalitat ya que el ayuntamiento no llega a los 10 000 habitantes.
O sea, eso de ser solidario, si está la presna o sirve para adecentar un artículo y darle un baño de humanidad, pero a la hora de la realidad, otros son los rostros, otras son las palabras y otras muy diferentes son las actitudes.
Y no venga ahora con argumentos, yo me remito a los hechos, en los que se les dió la espalda a un vecino de toda la vida y a una familia foranea pero que está ya nacionalizada, en ambos casos, les dió la espalda y fueron a cualquier parte, menos a la cuneta, pero, eso sí, sin su ayuda.
Resumiendo: debería usted de comprar mejores libros de autoayuda y sobre todo, antes de hablar de defensa de indentidad, poner en la balanza el trato que se les da a los ganaderos, revisar muy bien la definición de autoestima y al reconocer la "feina bem feta" de sus ciudadanos, tener en cuenta que han existido personas en la villa que, no siendo arquitectos, han contribuido de manera notable y decisiva con esta sociedad, mientras que algún arquitecto que apenas se le conoce y nada ha hecho significativo, tiene un lago con su nombre.
La gente no es tonta, tiene memoria, Planella, y créame sabe leer y sacar conclusiones.
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