Y las calles se llenaron de música brotando de miles de grallas, incluso de alguna gaita.
Se respiraba alegría, se percibía una energía única, especial, cientos de personas que fueron un buen par de miles o más, dieron hoy el cierre con broche de oro a los festejos de la Ciutat Gegantera 2011.
Desde 3 puntos distintos un río de gigantes partieron hacia el punto de encuentro, con un relevo generacional garantizado en la mayoría o en todas las collas, las grallas se abrieron pasos y sus respectivos gigantes bailaron incansablemente casi cada metro recorrido.
Fue un privilegio el contemplar a los componentes de las collas bailar, disfrutar, incitando a batir palmas, contagiando alegría, optimismo, regalando ganas de compartir tradición.
Desde todos los rincones de Cataluña e incluso de fuera de ella los gigantes se dieron cita en La Seu.
Y que placer sentir de boca de los participantes que volverían mil veces, por como los trataron, de maravilla, según el clamor, muy buena organización, puntualizaron muchos y otros remarcaban que todo estuvo pero que muy bien.
El claro ejemplo de que cuando las cosas se hacen desde el corazón, desde la buena voluntad, desde las ganas, la ilusión, las cosas salen bien o muy bien.
Queda en evidencia que muchísimas personas se volcaron en trabajar para que todo saliera muy bien, no digamos perfecto por que siempre puede escaparse algo.
Mi enhorabuena a los vecinos de La Seu, a todos aquellos que nos regalaron este maravilloso e inolvidable fin de semana, que quedará en el recuerdo de muchas, muchas personas y habrá puesto a La Seu en el mapa y en la mente de muchas familias que seguro volverán a esta ciudad donde desde este fin de semana tienen más y buenos amigos.
Gracias a todos los que participaron, a todos los que organizaron, a los que hicieron posible este ejemplo de unidad, de fraternidad, de compañerismo, de enaltecimiento y defensa de las más ricas tradiciones.
Un caluroso aplauso a los impulsores de esta celebración, cada componente de la colla gegantera de La Seu, sin quienes esta celebración no habría sido posible.
Pido mil perdones si me olvido de alguien, gracias a las collas que desde la comarca se hicieron presentes, Alp, Queixants, Villalobent.
Brindo por cada persona que participó en esta gran fiesta.
Nada puede llegar a describir ni con palabras ni con imágenes lo vivido este domingo en La Seu, la numerosa cantidad de jovenes y niños que se pudo apreciar en la mayoría de las collas permiten aventurar un relevo generacional, la alegría de cada participante deja más que claro que la familia gegantera está viva y en ebullición constante.
Sólo decirles a la colla gegantera de La Seu y las autoridades municipales que indudablemente dieron total apoyo a la fiesta y todos aquellos que trabajaron en lo que ha sido todo un éxito una sola palabra: GRACIAS.
Comentarios