
Por desgracia los veteranos no han recibido por parte del señor alcalde un pedido de disculpas.
Ni por telefono, ni públicas, ni personales.
Una clara muestra de soberbia, de vanidad, de prepotencia.
Una falta de respeto a las personas que con justa razón se han sentido agraviadas en el acto de entrega de la placa de oro.
Pero era de esperar, se siente por encima de todo y de todos, se olvidó o se equivocó con los veteranos pero eso no es motivo para que se humille y les pida disculpas.
Él es un ser superior, vamos, que reconocer que se equivocó no es propio de aquel que está en un pedestal, ya se les pasará a los veteranos y a sus familias el enfado.
Y si no, cuando entremos en campaña, les hacemos un homenaje o una cena o lo que haga falta y listo, de paso ganamos imagen, tenemos protagonismo y nos aseguramos un par de votos.
Qué triste que en una villa donde nos conocemos todos pasen como esta.
Cómo han cambiado las cosas, antes un político y más un alcalde de un pueblo pequeño y ante algo como esto, en el mismo momento pedía disculpas, es más, daba la vuelta, se subía de nuevo a la tribuna y lo decía en alto.
Pero hoy no, hoy por desgracia algunos se creen dueños de la razón, se sienten tan arriba que piensan que tienen el derecho de meter la pata y una vez metida, se dan el lujo de humillar a las personas.
Encima se ofenden si se les reclama.
Y ni hablar si se les critica, en mi caso ayer mismo me advirtieron que vendrá a por mí.
Pues que venga, o mande a alguien, por que según me comentaron eso es lo que pasaría, que vendría alguien.
Públicamente lo digo, si me pasa algo ya saben a quien apuntar.
Y si no, si es en los juzgados, entonces veremos si Goliat pisa a David.
Veremos si este inmigrante criticón es infiel o si por el contrario tienes buenos padrinos que de paso están deseando devolverles varias atenciones a determinada persona. Y con intereses altos además.
El tema es que la vanidad lo pierde, la soberbia lo domina, la humildad no está en ninguno de sus diccionarios y los 4 veteranos más sus familias ya pueden saber qué clase de persona tienen a cargo del municipio.
Por si fuese poco, en pocos días tendrá la cara de pedirles el apoyo para continuar su "brillante" gestión.
Justo él, que se sigue encargando de fulminar y enterrar todo aquello por lo cual nos sentíamos orgullosos.
Para última muestra, las tradicionales paradas de libros el día de Sant Jordi.
De este tema ya hablaremos en una próxima entrada.
En estos momentos de crisis compraría a este personaje por lo que vale y lo vendería por lo que él cree que vale. Me forraría.
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