En la tarde de ayer asistimos con mi esposa al acto en defensa de la lengua catalana en la escuela, invitados vía facebook por un vecino de la villa.
Un centenar de personas se encontraban reunidas en la plaza del ayuntamiento.
Banderas catalanas varias, muchas caras conocidas, pero......................¿ apenas algo más de 100 personas en defensa de la lengua?
Sinceramente creo que es un número extremadamente reducido, teniendo en cuenta que dentro de ese número al menos 20 no vivimos en la villa.
No busco ofender a nadie, ni aprovechar la crítica fácil, pero seamos sinceros, 130 personas más que sastifacción por la convocatoria dejan una sensación de desánimo, de preocupación, te dejan pensando hasta qué punto los vecinos de la villa y la comarca sienten y aprecian el valor de una lengua propia.
Viniendo de fuera, como es mi caso tengo que decir que me cuesta y mucho intentar comprender cómo los catalanes asisten pasivamente a un flagrante ataque a una de sus mayores señas de identidad, de su cultura, de nada menos que un menosprecio o desprecio a una lengua propia.
Me cuesta entenderlo, Franco ya no está, pero ayer por la tarde me dejó toda la sensación que dejó en esta generación e incluso en las anteriores el miedo a defender su identidad, a luchar, a rebelarse, a defender lo suyo, a salir, manifestarse y decir que no están de acuerdo a estas imposiciones que nos llegan desde Madrid aprovechando la denuncia de 4 ( sí, 4 familias) que han denunciado el plan de inmersión lingúística.
A tan sólo horas de celebrada la diada lo lógico, normal y coherente hubiera sido ver al pueblo catalán volcado a las calles en defensa de su lengua, más teniendo en cuenta que Puigcerdà ayer apenas si tenía actividad comercial.
¿ Acaso es tan difícil de ver que este ataque apenas es el comienzo?
Estamos apenas a días que el PP acceda a el gobierno y hemos de pensar que lo hará por al menos 8 años y no se necesita ser muy listo para saber que el ocurrente de Rajoy no será precisamente amable con Catalunya, eso sin tener en cuenta que el actual Gobern no es precisamente un gobierno con personalidad y peso en Madrid.
Sin embargo, a lo largo y ancho de Catalunya apenas si salieron a la calle en defensa de una de sus mayores señales de identidad.
Puede que alguien se moleste con lo que diré, pero visto lo visto, no esperen ni respeto ni consideración ni concesiones por parte de Madrid hacia Catalunya, ayer el pueblo catalán dió muestras de indiferencia, de debilidad, de desapego hacia su lengua propia.
Así que en este caso, que no deja de ser una prueba del caracter o personalidad del pueblo catalán, que ha dejado claro que no está a la altura de las circunstancias, que pasa de defender su identidad y su tierra, no vengan luego a quejarse, no vengan luego con lamentaciones.
Ayer al pueblo catalán en su inmensa mayoría le faltó personalidad, rebeldía, caracter, le faltó salir a la calle o si no podía hacerlo, al menos dejar claro que no está de acuerdo con el ataque a su lengua propia.
Nosotros en nuestra tierra decimos " a llorar al cuartito".
El no hacer presencia o no manifestarse en este caso, es un acto no de cobardía sino de desinterés y de desapego a sus señales de identidad, es darle la espalda a su tierra, es casi como enterrar en vida y contribuir a la eutanasia de su lengua.
No me preocupa si ofendo a alguien, si se ofende es por que esta nación le importa poco y nada, para no ofenderse haber salido ayer en defensa de su lengua, haberse manifestado, haber apoyado en Catalunya la defensa de la lengua catalana.
Quedandose en casa mirando tele no se arreglan las cosas, encogerse se hombros es un acto de irresponsabilidad y hasta de cobardía, pasar indiferente ante estos ataques es una muestra de que Catalunya no te importa.
Es mi punto de vista. La poca asistencia en el día de ayer es una forma de abonar y darle alas al PP para que cuando sea gobierno ponga a Catalunya de rodillas más de lo que está hoy en día, cuando llegue ese día, los que ayer se quedaron en casa, que vayan a llorar al cuartito.
Pero lo de ayer es un claro acto de indiferencia de muchísimos ¿catalanes?.
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