La responsable de la oposición en el ayuntamiento de Puigcerdà necesita prensa, protagonismo, necesita recordarle a la gente que al menos por un par de años más el Titanic puigcerdanes necesita ser recordado, más allá que su capitán esa misma noche les pateara el trasero y los dejara solos a su suerte.
En un ataque de solidaridad y un repentino lapsus de responsabilidad la señora Porta solicita a Piñeira que se rebaje su salario en señal de solidaridad con los funcionarios que no cobrarán su paga de navidad, algo loable, vamos, digno de aplaudir si no fuera que algunos, al menos yo, tenemos memoria.
Y en función a esa memoria los invito a realizar un breve recorrido en el pasado municipal de Puigcerdà, sí, sólo unos 4 años atrás, cuando estalló la crisis ¿recuerdan?.
Si lo recuerdan recordarán que el sueldo a los funcionarios se recortó un 5 por ciento, en aquel entonces un diputado por la provincia de Girona, vicepresidente de dicha cámara, por cierto, percibía un salario anual de 55 mil euros, ignoro si además tenía algunas extras por dietas de desplazamiento o alojamiento.
Dicho diputado además ostentaba un cargo dentro del directorio de CAIXA GIRONA, recordemos que los salarios de la banca y sobre todo los de la directiva acostumbran a ser de al menos 35 mil euros al año, a eso hay que sumarle el sueldo como alcalde que netos o no, superaban los 12 mil anuales.
Sin embargo, ese diputado/director/alcalde y otras ocupaciones,( pluriempleado que le dicen) y que casualmente era el alcalde de Puigcerdá y que encabezó las listas de A.C. para renunciar la misma noche de la paliza (perdón perdón, "derrota electoral") no mencionó nada de rebajarse sus salarios, a pesar de que entre todos ellos percibía unos 100 mil euros al año.
Tampoco Porta dijo nada en ese momento, ni se le pasó por la cabeza que podían recortar otros gastos y así evitar ese recorte salarial, todo lo contrario, el consistorio aumentó como nunca sus presupuestos, gastando a manos llenas como si las arcas del ayuntamiento estuviesen a rebozar.
Endeudaron el ayuntamiento más allá del límite permitido, dejando al mismo sin ni una sola posibilidad de asumir aunque más no fuera una parte de ese recorte, eso sí, mientras tanto, las facturas de los móviles de los regidores no paraban de subir, el derroche de dinero tampoco.
Pero fueron más allá, ignorando convenios salariales como los de los urbanos y aún perdiendo el primero se negaron a negociar el resto, condenando al contribuyente a pagar decenas de miles de euros, los mismo que hubieran paliado este recorte salarial, todo ello bajo la responsabilidad de la regidora de hacienda, sí, la señora Lourdes Porta, la misma que hoy le reclama al actual alcalde lo que no fue capaz de reclamarle a su líder, aquel que luego de la derrota la dejó con el culo al aire y cargando con el muerto.
Esa misma señora hoy tiene la cara de reclamar algo que está bien que lo haga, al menos que lo intente, pero se tiene que ser muy pero que muy cínico para hacerlo ahora y no cuando correspondía.
Porta aplica y pone en marcha el ejercicio puro y duro del manejo de cinismo y demagogia pero demagogia de la más burda, de la más chapuzera, todo para recordar que existe la oposición, reducida, por cierto, pues de aquella oposición hoy queda en pie el 66 por ciento.
El Titanic a la puigcerdanesa se hundió, sin su capitán, pero gracias a él y su pésima gestión, la tripulación que se salvó no sabe adonde va ni qué hacer, pero les queda ansias de protagonismo y para que la prensa los recuerde de tanto en tanto (vaya pues por aquellos tiempos de gloria) meten la pata hasta el fondo.
La gente no es tonta, el cinismo huele pero que mucho, más cuando lo acompaña la demagogia chapuzera. Otro ridículo más protagonizado por Porta y esto me lleva a pensar si no hay algún concurso de demagogia que al mismo tiempo compite con otro de cinismo del más alto nivel.
Endavant Cerdanya tiene menos futuro que un caramelo en la puerta de un colegio, al menos en Puigcerdà. La política no se merece esto, el pueblo aún menos.
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