Ir al contenido principal

Silencio cómplice



Este fin de semana pude comprobar que poner a prueba a alguien basta con dos oportunidades. No soy recoroso pero cuando tropiezo con una piedra no la pateo luego pero tengo muy buena memoria para no volver a hacerme daño.

A veces, antes de dar algunos pasos y a estas alturas de mi vida, necesitas comprobar si los compañeros de viaje son fiables, pues....al menos 2 y en especial uno no pasó el examen, por tanto mochila más liviana y ojos más abiertos por lo que pueda venir.

En la noche del lunes un conocido me decía que era un riesgo innecesario y que con ir con cuidado bastaba, no, no estoy de acuerdo, no se puede ir acompañado por gente que a la primera de cambio te puede clavar el puñal. Desde que vivo en Catalunya he tenido que desarrollar aún más mi instinto de supervivencia, a no confiar tanto en la gente y aún así, las pocas veces que he bajado la guardia las personas en las que he confiado me han decepcionado. Todas.

No importa en qué medida, pero en algunos casos podríamos decir que al no encontrar lo que se busca eres prescindible, mentiroso o peor aún, obligatoriamente posees doble personalidad, pero jamás podrás ser alguien que pase lo que pase y sea quien sea, guardarás ese secreto o esa confidencia. Seré un marciano, pues lo que me confías se va conmigo a la tumba pero si te dí mi palabra que así será, allí me lo llevo.

Pues esa persona me preguntaba si era prudente ir siempre al choque y defender a veces a quien no tenía ni el coraje ni la personalidad de hacerlo por sí mismo. Parte de mi infancia, de mi adolescencia y de mi juventud la pasé escuchando, viendo y sintiendo en mis mayores el miedo a expresarse en voz alta.

En ese miedo de que los "milicos" ( militares) te escucharan y acabaras en la carcel por subversivo, eran pocos o ninguno los que se atrevian a decir lo que pensaban en voz alta, viví o presencié entonces, muchas injusticias y muchos abusos de los uniformados, sólo por pensar o querer pensar diferente.

Creo que son esas cosas que traen las dictaduras, que borran ciertos pasajes de nuestra historia, que mutilan nuestro caracter e incluso llegan a insertar en algunos el miedo a pensar y actuar por sí mismos. Entonces, luego de un período de tiempo logran una sociedad acostumbrada a obedecer, a no pensar, a tener pánico a expresarse, a luchar ante los atropellos, a rebelarse ante los atropellos, a alzar la voz, logran una nación de corderos que siguen a una mayoría silenciosa, sumisa.

Y esa sociedad cría entonces una generación capaz de contemplar con apatía e indiferencia las manipulaciones, los abusos, las mentiras, los personajes que aprovechan ese comportamiento en beneficio personal pues caen en la cuenta de que la mayoría son suceptibles a sus palabras y que gracias a crecer y formarse para acatar órdenes ya no son capaces de desobedecer, mucho menos de pensar y actuar por sí mismos, pues la caparazón de la indiferencia y del miedo no les permite ver nada.

Es entonces la sociedad del individualismo, de la indiferencia, del no te metas, de mirar hacia otro lado, la del conformismo, del dejar hacer, que por algo lo hace.

España padeció ese flagelo por 4 décadas, no es extraño entonces que muchísima gente tenga estas actitudes, pues sus padres y abuelos retienen aún en su memoria los fusilamientos, los encarcelamientos, los robos de bebes y un sinfín de atrocidades más, entonces aún hoy aunque las vean no perciben que el tiempo del terror y de las imposiciones ya pasó. Quizás por eso muchos no van ni siquiera a votar, porque sus mayores han sido incapaces de explicarles todo el sacrificio, todo el sufrimiento y el dolor que causó conseguir esos derechos.

Y este conocido me pedía silencio, me recomendaba no meterme donde no me llaman, resignarme a no rebelarme ante otros que mienten, manipulan y deforman a su antojo y beneficio. NO. NO Y NO. Puedo comprender que alguien decida defender su fuente de ingresos aún conspirando contra su dignidad, cada individuo es libre de vender su dignidad por la necesidad de sobrevivir, yo no entro en ese segmento.

No voy a ser cómplice de un abuso si puedo poner mi grano de arena para impedirlo y si he sido capaz de hacerlo antes y teniendo frente a mí a personas con muchas influencias y mucho poder y les planté cara, cómo no hacerlo con quien es apenas poco más que un ser pensante. Y cuando me refiero a personas con poder e influencias no me refiero a un caudillito de comarca y pies de barro, esos son tan efímeros como una salida de sol y tan peligrosos como un vaso de agua.

Así que si sale un supuesto dueño de la verdad haciendose la víctima y va señalando por ahí con el dedo a personas, tildandolos de ladrones, estafadores y más, pero además salpicando a sus vecinos, pues, yo no paso por ahí, no busco amigos, ni simpatías, ni protagonismo, no, pero tampoco pienso dejar que siga tirando mierda gratuitamente. Si le molesta lo que digo ya sabe lo que tiene que hacer.

No pienso formar parte de un silencio cómplice que algunos intentan poner, yo no me vendo, yo no me callo pues estoy plenamente convencido de que tengo razon.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Puigcerdà, la ciudad más generosa del mundo (o cómo nos colaron el Summerfest)

  Si alguien busca la ciudad más altruista de Cataluña, que deje de buscar: somos nosotros, los vecinos de Puigcerdà. Y no lo digo por nuestras ganas de compartir la coca del domingo, sino por nuestra capacidad —gracias al exalcalde Piñeira— de regalar dinero público sin esperar nada a cambio. Literalmente, nada. Ni un euro. Ni una tapa de queso. Ni un vaso de agua. El Summerfest: la fiesta que pagamos entre todos (y disfrutan unos pocos) Resulta que el Summerfest, ese macrofestival que prometía poner Puigcerdà en el mapa, ha sido, en realidad, el mejor regalo de cumpleaños para una empresa privada y unos propietarios de terrenos que, mira tú por dónde, no han tenido que mover ni un dedo para ver cómo sus campos se llenaban de gente y sus cuentas de ceros. Mientras tanto, nosotros, los vecinos, hemos puesto la casa, la comida y la limpieza… y ni siquiera nos han invitado a la fiesta. El convenio: un manual de cómo ser demasiado buena persona Nuestro ayuntamiento, liderado por el se...

¡Por fin! La Cerdanya estrena Casal para la Tercera Edad… y el Ayuntamiento de Puigcerdà se pierde la fiesta

Después de  cuatro años de abandono , los abuelos de La Cerdanya por fin tienen un espacio digno.  El Consell Comarcal , en apenas  cinco meses , ha hecho lo que el  Ayuntamiento de Puigcerdà no logró (o no quiso hacer) en toda una legislatura : un  Casal Comarcal de la Tercera Edad  moderno, accesible y, sobre todo,  pensado para ellos , no para la foto. De la "caja de zapatos" sin salida de emergencia al Casal que merecen Recordemos la triste historia: en plena pandemia,  cerraron el antiguo casal de forma cobarde , dejando a los mayores "en la calle". Luego los metieron en un  local minúsculo, sin condiciones , mientras gastaban  300.000 euros en cuatro años  en "tutores" que nadie pidió. Pero eso sí,  siempre había dinero para actos institucionales y fotos de campaña . Hoy, el  Consell Comarcal  ha demostrado lo que es  empatía real : un casal amplio, con actividades de martes a sábado, transporte subvenciona...

Puigcerdà: la inmigración como pilar económico y social, en cifras irrefutables

Un aporte económico que supera el 30% de la actividad local Los datos no mienten: la inmigración es un motor esencial para Puigcerdà. Según el Idescat, el 24% de la población empadronada es extranjera, pero esta cifra subestima la realidad. Si incluimos a nacionalizados y ciudadanos comunitarios, el peso demográfico es aún mayor . Su impacto económico es abrumador: Alquiler y vivienda : Los hogares inmigrantes inyectan  12 millones de euros anuales  en el mercado de alquiler, evitando el desplome de un sector clave. Emprendimiento : Regentan más de  100 negocios  (restaurantes, comercios, servicios), con una facturación agregada de  10 millones de euros al año . Consumo familiar : Gasto anual en bienes y servicios ronda los  11 millones de euros . Seguridad Social : Con una media salarial de 1.200€ per cápita, su cotización sostiene pensiones y servicios públicos. Sumando estos flujos, la comunidad inmigrante genera  al menos el 28% del volumen ec...