Este año 2014 debería ser para Puigcerdà el marcado por el incentivo a la participación ciudadana por parte del gobierno municipal, un poco en cumplimiento de su promesa electoral, de gobernar cercano a la gente, de un gobierno de proximidad.
Claro que para ello el señor alcalde y su equipo de gobierno deberían comenzar en un ya a diseñar e implantar una batería de propuestas que apunten a esta línea.
No todos los vecinos pueden entender que la gestión llevada adelante por Albert Piñeira y su equipo de gobierno fue por espacio de casi dos años ardua y complicada, de hecho y a título personal creo que ha faltado por parte del señor alcalde las explicaciones correspondientes a sus vecinos. Rectifico, el equipo de gobierno en pleno debería hacerlo y de una forma abierta.
Creo que si en la campaña electoral local pueden disponer de tiempo y ganas para explicar sus propuestas se puede, siendo gobierno, invitar a sus vecinos y explicar qué y como lo han hecho, las dificultades con las cuales se han encontrado, los imprevistos, etc., explicar las razones de las demoras en la construcción del prometido parking o las razones de por que se sigue postergando la puesta en marcha de las obras para construir la nueva escuela,
El porqué estamos en la lista negra de los municipios que menos residuos orgánicos trata, o el letargo en que nos encontramos en materia comercial y turística, en definitiva, poner en conocimiento de todos los vecinos la gestión realizada hasta hoy y también lo que se piensa hacer en lo que les queda de gobierno.
Si se puede hacer eso en campaña electoral bien se puede hacer lo mismo en medio de una gestión de gobierno, sea en el museo Cerdá o en el cine Puigcerdà, pero hacerlo, sobre todo porque es más que posible que una numerosa cantidad de vecinos disconformes y críticos con la actual gestión puedan entender algunas actitudes de este gobierno municipal.
A nivel personal siempre he sostenido que uno puede llevar adelante un trabajo si se tiene la voluntad pero sobre todo la capacidad, pero en todos los casos siempre rodeándose de un equipo si bien no homogéneo si en sintonía con su “capitán” y seguro que levanto ampollas con lo que diré pero el señor alcalde puede que se recargue demasiado en sí mismo y no delegue todo lo que debe las tareas en sus compañeros de travesía.
Aún está a tiempo de corregir este pequeño gran problema, es el “jefe” pero un buen jefe no solo delega responsabilidades sino que incentiva a sus colaboradores a ser algo que eso, una cosa es ser el responsable final, otra estimular a sus compañeros a ir hombro con hombro, a “mojarse” a la hora de elaborar y buscar soluciones en su regiduría, mmm..., léase que para innovar o gobernar no siempre hay que ceñirse al plan de gobierno trazado. O mejor dicho el jefe es el jefe pero no por ello y por que tenga la última palabra lo vamos a recargar con todo.
A fin de cuentas todos sabemos que para poder evaluar una buena gestión y más en este caso hacen falta dos legislaturas, también que en muchas oportunidades no sabemos si el elegido como compañero de travesía es de verdad el idóneo para desempeñar esa función, en ese caso habrá que o buscar guiarlo o si hace falta, sustituirlo, pues también se hace, el objetivo es hacer las cosas lo mejor posible y con las personas adecuadas.
Puede que también aquella misma gente que apoyó a Piñeira para ser alcalde hoy tenga alguna que otra cosita que decirle, puede que sea hora de reunirse con esa gente de nuevo y porqué no, preguntarle o incitarlos a que marquen o realicen una evaluación de cómo ven desde su punto de vista lo hecho hasta hoy, me consta que desde sus propias filas de escuchan cuestionamientos y criticas, puede que sea hora de escuchar.
Quizás es hora además de coger el teléfono y llamar a mas de un compañero o simpatizante, sobre todo aquellos que antes de las elecciones llamaban o consultaban con frecuencia, puede que sea hora de detenerse, de mirar alrededor, de hacer una pausa, de imponerse una reflexión, de hacer un balance, de volver a preguntar a sus vecinos.
Y también puede que sea hora de más cosas pero de momento y como aperitivo creo que por hoy y para empezar el 2014 es suficiente. Un apunte final: no todos o muy pocos acceden a el Factbook no oficioso del ayuntamiento ( basta ver la más que escasa participación) y no todos leen El Follet, hace falta explorar otras opciones y tecnicas de divulgación, de comunicación entre los vecinos.
Un acercamiento real con los mismos, un tú a tú que provoque luego el boca a boca, algo que hoy sucede y propaga criticas y descontentos, por ello es más que posible replantearse el actual hacer.
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