Las elecciones del pasado domingo han sacudido el continente a pesar que en algunos paises miembros se conocía el avance de la extrema derecha por ejemplo.
En España la gran sorpresa la dió y vaya si la dió PODEMOS con un apoyo de un millon docientos mil votos, dejando en evidencia que el descontento social y el hartazgo por el bipartidismo es un hecho.
Pero Catalunya tambien pasaba un doble examen, sus aspiraciones soberanistas en primer plano, como no podía ser de otra forma.
El caso es que las formaciones de ERC y CiU han visto su posicion soberanista respaldada por los catalanes.
Pero...........no todos hacemos la misma lectura de este historico avance de ERC, inédito para la historia política catalana luego del regreso a la democracia.
Para muchos el avance de ERC es positivo, producto de su actuacion en esta última legislatura. Personalmente me pregunto qué es eso tan bueno que puede haber hecho ERC para merecer ese apoyo, intento recordar qué es eso y sólo puedo entender una cosa: la gente votó al menos malo de los dos soberanistas.
Y aquí es donde existen esas sutiles diferencias. ERC no ha votado, ni impulsado ni propuesto nada destacable en políticas sociales, tampoco ha ejercido una oposición constructiva de la cual la masa social y sobre todo la clase trabajadora pueda decir que defienden sus derechos.
No han hecho nada trascendente como para decir que cuestionan y combaten los recortes, no se los ve ni se los lee ni se los escucha viendo la forma de mejorar la situacion caotica que atraviesa Catalunya, ni mucho menos preocupados ni críticos con el escandaloso déficit provocado por el gobierno de CiU en esta legislatura, déficit por cierto que supera el creado en las dos legistaluras del tripartito. ¿Curioso no?
Pero estas sutiles diferencias ni fueron marcadas por la derecha ni mucho menos por el PSC, se centraron en la importancia del soberanismo y poco más, pero no en los problemas de Catalunya y la importancia de una presencia parlamentaria fuerte dentro de Europa que le permita a esta nación lograr ciertos avances tanto en tecnología como en educación o en desarrollo industrial o en la agricultura, o en otras areas estrategicas para Cataluña en particular.
ERC se ha dedicado a estar allí, haciendo acto de presencia pero sin mojarse, por unas horas luego de las europeas pareció que al fin se implicarían y formarían un co-gobierno. Pero...... pronto se les pasó el ataque de responsabilidad.
Es que lo más inteligente es dejar que el desgaste y la paupérrima legislatura que lleva adelante la clase política catalana recaiga toda en CiU por más que resulte evidente que ERC hace de Pilatos.
La gente sólo votó ( los pocos que fueron ) a el menos malo. Pero no votó con la realidad, no supo ver la sutil diferencia que existe entre la responsalbilidad y la indiferencia en la política. ERC no es precisamente una formación que demuestre sensiblidad ante la delicada situación que atraviesa el pueblo catalán, en todas sus áreas.
Ni mucho menos se les escucha levantar la voz en contra de una casi inexistente gestión legislativa, ejecutiva ya ni hablemos.
Dentro de ese estado que deseamos fuera de España ni CiU ni ERC nos han demostrado que se pueden hacer ciertas cosas para mejorar, todo lo achacan a no ser o no tener un estado propio, o sea, estamos de momento sin opcion B, sin ideas ni de uno ni del otro. Uno por ser gobierno y el otro por ser oposición.
Ahora...... la gente lejos de evaluar la gestion de uno u otro, deja de lado esas sutiles diferencias y solo vota al menos malo.
Mal vamos señores, mal vamos. Y aquellos que piensan que quedandose en casa y que no ir a votar es una forma de decirles a los políticos que estáb hartos de ellos es lo mejor les digo NO. El derecho a voto es una conquista, una obligacion moral y cívica, una responsabilidad y sobre todo la oportunidad que tenemos, de ejercer ese derecho y hacerlo de manera inteligente y no optando por el menos malo. Son sutiles diferencias. Quizas por eso estamos como estamos, por que la mitad se queda en la casa pero luego se queja de lo que pasa..............haber ido a votar señor, otra sería la historia. Jolines.
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