Puigcerdà: el paraíso del desmadre, con el visto bueno del
ayuntamiento
En los últimos meses y por desgracia, los robos, peleas,
botellones y “bretoladas” son ya cosa de cada día en la villa.
Evidentemente siempre o casi siempre en horarios nocturnos.
Pero no son solo robos, como los últimos 2, cometidos casi que,
en la misma cara de la Policía Local, a sólo metros de la oficina, la peluquería
Castillo a 50 metros, por Calle Carol y Café Central, otros 50 metros, 2 robos
con violencia.
¿Dónde estaba la policía local? Pues… desde hace meses (la situación lleva
AÑOS en realidad y ha sido denunciada sistemáticamente por parte de la oposición
sin que el gobierno municipal mueva un dedo por solucionarlo) NO ESTABA porque
sencillamente no existe turno nocturno por falta de personal.
https://lavalira.eu/robatoris-amb-forca-a-dos-establiments-comercials-del-centre-de-puigcerda/
No pasa una sola semana sin que se produzcan actos
vandálicos, peleas o robos.
Claro, esto no se publica en los medios de información, como
mucho y puntualmente se hace mención a estos sucesos.
A todo esto, se debe sumar la ya imparable invasión de
terrazas sin ningún tipo de control, las defecaciones caninas invaden calles,
aceras, etc., las ratas ya son parte del paisaje urbano, las basuras pasan días
sin recogerse, faltan contenedores por doquier…
Hay calles que llevan varios lustros sin siquiera parchearse,
la degradación de barrios es patente, varias plazas donde el mantenimiento
brilla por su ausencia, al igual que en muchas calles falta iluminación
mientras que en otras es excesiva.
El desmadre es total.
En la restauración y en lo que se refiere a higiene de sitios que se sirve
nada más ni nada menos que comida no existe ningún tipo de inspecciones ni similar.
Las zonas de carga y descarga son inexistentes, gracias a
que sus sitios son ocupados por particulares sin que estos reciban ningún tipo
de sanción.
La degradación de edificios y mobiliario municipal es ya no preocupante sino penosa.
Y todo con el visto bueno de un ayuntamiento que promete
mucho y no hace nada.
Desde el destrato a los abuelos de la villa a un comportamiento
errático de su gestión, que más que gestión es improvisación.
Así tenemos hoy por hoy, una villa totalmente sumida en la involución
La antigua cárcel ocupada sin que se proceda al menos a
interponer denuncia a pesar de haber sido advertidos ya hace 3 años.
Podríamos pasar así horas.
Sin apenas decir algo positivo de la villa.
Puigcerdà es hoy capital de la tierra de nadie. Capital del desmadre, del descontrol, del
abandono, y todo con el visto bueno del actual equipo de gobierno, que ha
convertido la mayoría absoluta ya no en un cheque en blanco, sino en ejemplo de
todo lo que no se debe hacer en un gobierno municipal.
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