Una vez más tenemos que contemplar lo que es un sello de
identidad convergente en un nuevo envase, Junts.
Con todo el respeto que puede merecer el señor Jordi Gassió,
lo que se ve es una foto, algunos abuelos sonrientes en la foto imperdible y
absolutamente necesaria para el clásico postureo que su pupilo y ahora casi
antecesor tiene acostumbrado a Puigcerdà.
Postureo vacío, sin más, los abuelos salieron como entraron:
sin casal ni solución a la vista ni a la cercanía.
Viendo la foto queda esa sensación que Albert Piñeira, causante
y culpable absoluto de esta absurda e incomprensible situación que padece la
gente mayor de Puigcerdà, le encargado a Gassió que sea él que reciba a esta
molestia herramienta que está y sirve solo cada 4 años y para las fotos y los
votos.
Porque si una cosa es incuestionable es que más allá de a
foto, no hay NADA. Por “tirar las
orejas” escuchando los abuelos, eso cualquiera lo hace. Comprender la situación y hasta enervarse
ante las legítimas quejas de la gente mayor que lleva 3 años en la calle…igual.
Prometer todos podemos prometer, pero lo cierto es que las
soluciones tienen que ser YA.
Ni el 29 de mayo ni dentro de un tiempo. NO.
YA.
El señor Gassió tiene como candidato, evidentemente, que
hablar con todo el mundo, escuchar a todos y hacer lo posible para encontrar un
genio (en caso de que gobernase) no un
genio sino media docena, porque sea quien sea el alcalde, lo va a tener crudo
al extremo ya no para solucionar el desastre que hay, sino para más o menos
maquillarlo.
Regresemos a los abuelos.
Me reafirmo en lo dicho. Postureo
puro y duro. Ni más ni menos. Una foto como los miles de las que ya nos
tiene desgraciadamente acostumbrados el sistema convergente.
Y eso nos empuja a pensar que mal vamos. Porque la obligación política, moral, ética
y cívica es de Piñeira el de recibir los abuelos, pero…no a los abuelos solos,
a los cuales camelan, engañan, manipulan, mienten e ilusionan con humo y 1 par
de fotos.
No quiero estar en los zapatos del señor Gassió, es el
heredero de una más que pesada herencia municipal, no de una gestión porque no
la hubo, pero sí de la calamidad que le deja Piñeira.
Eso sí, quiebro una lanza a su favor, al menos de forma
pública es el único candidato que ha tenido el gesto de hablar con ellos,
evidentemente que es postureo, pero los abuelos encantados de la vida con ello
y con la foto, claro, aunque, repito, más allá de la foto, no han logrado nada
de nada, siguen en la calle y el verdadero responsable de esto tronchándose de
la risa, Piñeira, el rey de la improvisación y el postureo, el que le da la
espalda a sus vecinos.
Gassió es del mismo partido…se suele decir que, de tal palo,
tal astilla. Aunque al menos Gassió ha
mostrado, que no demostrado, vocación de servicio.
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