Poco duró la ilusión de un cambio que era imprescindible
para la villa.
De buena fuente me hacen llegar que el pacto se selló y
firmó en octubre, quien más votos sacase gobernaba los primeros 2 años y el que
menos, los próximos 2.
Y algo hay, pues este servidor dijo el mismo día que Piñiera
“renunció” a un cuarto mandato, publiqué en La Valira: Gassió/Palomino, cuando
ellos, en su pantomima “decidirían” en las próximas semanas.
Luego vino la lucha interna entre Gassió y Martí…que por
supuesto ganó con trampas Gassió.
En medio de eso, con la lista ya cerrada, Armengol presentó
su lista, dando las gracias a Piñeira por el “trabajo” hecho y por supuesto,
desde el segundo uno, “abriéndose” a pactos.
Una pantomima de campaña, con supuestos enfrentamientos
entre Piñeira y Armengol, en especial el teatro de la gasolinera y las
supuestas trabas que Armengol ponía en los futuros pisos de protección.
Resumiendo: se acabó el teatro, fuera caretas, a lo que
vamos, con ERC solo se habló 1 vez y fue para decir 2 y 2…y más nada…pero mañana
jueves se dirá que “optamos por lo que consideramos mejor para Puigcerdà”
Me río por no llorar.
¿¿¿¿lo mejor para Puigcerdà???
¿¿¿en serio??
Continuismo puro y duro y quien continuará llevando la batuta
entre bambalinas será Piñeira.
Adiós a una auditoría REAL, no de cara a la galería, total,
un profesional vinculado a CiU, Junts o PdeCat, porque además de todo son
camaleónicos por excelencia.
Adiós a que se destape el pantano de barométrica que tienen
montado en el patronato del hospital.
Adiós a la posibilidad de “sacudir” de verdad Puigcerdà.
Faltó – y faltará- verdadera empatía por la villa. Ambos defenderán y trabajarán no por la
villa sino por sus intereses, uno personales, el otro, a tapar como sea todo lo
que pueda de las barbaridades económicas de la “transparente” gestión del
titiritero.
Sobra eso sí, afinidad, claro, es que eso del 3% es genial,
viene “de serie”, como último ejemplo Borrás, afinidad pues son ambos
convergentes, especialistas en el arte del engaño, del “parany”, acostumbrados
a los favores políticos y el amiguismo, del revanchismo y de manejar los medios
de comunicación a su antojo.
Armengol hace unas horas me pedía un “voto de confianza”, qué
ironía madre mía…voto de confianza …para pactar o mejor dicho oficializar un
pacto de meses ya sellado.
Prometían “sacudir” Puigcerdà. JA JA JA. Bonita y peculiar manera de sacudir la villa
apoyando un candidato que ya comenzó mal, pues no ganó las internas, no…ese
voto de empate que lo pasaron por nulo ya marca el estilo, o sea, el de la
trampa, el engaño, la traición.
4 años más de letargo, con algo de disimulo, sí, pero letargo
al fin.
Un pacto sellado hace meses que sólo beneficia, como es
costumbre, a un puñado, los demás, nada, simples marionetas al servicio del
caciquismo.
Y con un director entre bambalinas, vaya escenario más
oscuro que le espera contemplar a los vecinos de la villa. Viva la democracia del engaño, de la
manipulación, de defender el interés de los 4 de siempre.
Más enchufismo, más gastos sin justificar, continuismo
materializado en inseguridad, en improvisación, en resumen: que siga la fiesta,
cambiamos el collar, pero sigue el mismo perro.
Sacudida decían… cambio…prometían.
Pueblo de Puigcerdá:
los invito a contemplar el espectáculo…la obra que comenzó en octubre pasa
a su segundo acto. Y nada de protestar,
tienen lo que merecen, no olvidemos que 1 de cada dos no fue a votar.
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