Hablemos claro de una buena vez, la venta y consumo de drogas en Puigcerdà es casi tan común como ir a tomar un café al bar, como encender la tele, como ir cada día al trabajo.
Es lo que hay, es una realidad y si bien todos lo sabemos aquí hasta ahora nadie hace nada.
Pero todo tiene un final y en este caso el gobierno municipal tendrá que recoger el guante o de lo contrario enfrentar las consecuencias, creo que la mejor opción es encabezar como capital de comarca, la lucha contra la venta y consumo de drogas.
Y coger el toro por los cuernos, es más que evidente que los cuerpos de seguridad que trabajan en la zona tienen fallos y estos fallos hay que corregirlos, si hacen falta recursos humanos, técnicos y económicos pues a pedirlos y si hace falta ruido mediático, pues allí vamos.
Es un secreto a voces quienes son algunos de los personajes que comercian drogas en Puigcerdà y en la Cerdanya, es triste pero es así, muchos de ellos llevan años vendiendo drogas y nadie pero nadie hace nada.
Algunos vecinos comentan que por miedo, otros más suspicaces llegan a sugerir posibles arreglos con quien sabe quien para que la venta sea pasada por alto, a buen entendedor pocas palabras, pero lo que sí es una realidad es que la venta de droga en Puigcerdà y en la Cerdanya es eso, algo normal, casi tanto como vender pan, ropa o café, tan solo falta unos locales de expedición y listo.
Bien, esto puede sonar duro, exagerado o sensacionalista, pero puede que exista algún periodista de investigación que tenga audios y vídeos donde salen nombres de algunos de los más importantes vendedores de droga, puede… pero puede que si quienes tienen que hacer algo no toman medidas en un lapso determinado de tiempo igual salimos a nivel nacional y se enteran todos no de los nombres sino de lo fácil que es vender y consumir en Puigcerdà.
Por tanto, aprovechemos las benditas elecciones para que al menos Albert Piñeira, actual alcalde de la villa y Raimon Ribas, candidato por ERC cierren filas en este tema, más allá de nada esto es por la salud de nuestros hijos, nuestros amigos, por qué no, nuestro vecino o un familiar cercano.
Como gobierno uno y el otro como aspirante están más que al corriente de estos problemas que son tan o más serios que el paro, el descenso demográfico o la afluencia de turistas a la zona, el señor Raimon Ribas tuvo la oportunidad de recoger esta sugerencia con una simple respuesta pero se nota que no tiene interés según quién le pueda realizar aportes, ideas o inquietudes, su segunda de a bordo tiene mi móvil, con esto quiero decirle que es sólo un aviso, igual hay más ideas, claro que parece ser que en eso van sobrados.
La sugerencia va entonces públicamente al señor alcalde de Puigcerdà pero también al mismo que ocupa un sitio como diputado por la provincia de Girona, Albert Piñeira, quien creo que más allá de tiempo electoral o no es tiempo de poner el dedo en la llaga y hacerle frente a este tema tan complicado, delicado y candente.
Uno de los problemas es que aquellos que están destinados a vigilar o controlar estas actividades llevan demasiado tiempo en la zona y los camellos los reconocen a calles de distancia, no es un problema de corrupción sino de estar demasiados vistos, el problema es que las fuerzas de seguridad no cuentan con los medios suficientes para detectar la presencia de drogas en según qué lugares o qué tipo de vehículos.
No existe un control de la paquetería privada según a quien va dirigida o familiares o entorno cercano, puede que por allí también vayan los tiros, igual un trabajo de muy pocos meses de investigación de alguien que ni conoce la comarca puede poner mucho más que luz en este tema pero si lo hace aquí ruedan cabezas y más y lo mejor sea que la ropa sucia se lave en casa y que el gobierno municipal tome cartas en el asunto, que lo haga ya y que solicite apoyo y recursos al gobierno, incluido la remoción de aquellas personas encargadas de vigilar estas cosas y que por desgracia, al llevar demasiado tiempo, han dejado de ser efectivos y eficientes, eso entre las primeras medidas, además de contar al menos por un tiempo con material logístico para desalentar a los vendedores y por supuesto, a los consumidores.
La droga en Puigcerdà es más que un problema, claro que todos lo sabemos, muchos conocemos a los que la pasan o venden, ¿ entonces? ¿ por qué no se hace nada? ¿Seguirá el gobierno municipal permitiendo esto o por fin pondrá coto a este tema?
¿O hace falta salir en los grandes medios a denunciar este flagelo y con algo de material demostrar que en Puigcerdà la venta y consumo de drogas es algo tan sencillo como respirar?
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mientras gobierne el pp o el Mas...