El gobierno encabezado por Albert Piñeira demuestra su total
falta de empatía para con las personas que padecen problemas motrices de más de
un 33% y por si fuese poco, humilla las personas de la tercera edad dejándolos
sin local de abuelos.
Y es que donde no hay, no hay. Piñeira ya no puede tapar el sol con un
dedo, sus carencias de gestión, previsión y empatía para con los vecinos más
débiles queda más que demostrado.
El servicio de transporte adaptado que brindaba la Cruz Roja
Cerdanya no ha sido sustituido con ningún tipo de transporte alternativo en
Puigcerdà, a pesar que ya hace varios meses que el alcalde está al tanto de la
situación no hizo nada para solucionarlo, recordemos que también forma parte destacada en el Consell Comarcal.
Un servicio esencial para varios vecinos de la villa, que
sufren de problemas motrices severos o con más de un 33%, aún así, no se ha
movido un dedo…no públicamente porque según versiones de ex usuarios del
servicio ha solicitado presupuestos a tres empresas, dos, porque Cruz Roja
Cerdanya no es una institución con ánimo de lucro.
Pero si solicitó esos presupuestos no lo hizo de forma oficial,
lo extraño es que lo gana una empresa que no se conoce en Cerdanya, de todas
formas, un servicio de transporte adaptado en este caso se ha brindado durante
al menos 2 décadas, a nivel comarcal, no municipal.
Piñeira demuestra una vez más, su falta grave de capacidad de
gestión, de prevenir ni hablamos, pareciera que de forma deliberada no lleva adelante
ninguna acción para evitar los graves problemas que ahora mismo sufren los usuarios
del servicio que se dejó de brindar el 1 de diciembre pues finalizó el
convenio.
Como alcalde, como vecino y como diputado gerundense ha fallado. No buscar soluciones es dar la espalda a sus
vecinos, algo que no sucede con ciertos colectivos ni con personas afines a su
gestión.
Penoso y preocupante, vergonzoso. Un puñado de vecinos que ahora mismo o son
trasladados por sus familiares, con todos los riesgos que ello implica, contemplan
impotentes como el señor que siempre está para la foto de postureo, los deja
tirados en la cuneta.
Una clarísima demostración de indiferencia para con sus
vecinos, una más que clarísima forma de demostrar que no le interesa en
absoluto la integridad física y mental de los perjudicados con este tema.
Con los abuelos más de lo mismo. INCOMPETENCIA + HUMILLACIÓN para con la
tercera edad.
Es que de verdad se tiene que ser ya no incompetente, sino
un verdadero insensible para no ser capaz de hacer las cosas mínimamente
previsibles.
Los abuelos llevan más de año y medio sin local, primero por
la pandemia, pero luego porque al señor Piñeira al que todo indica que su
materia gris al igual que sus neuronas no le funcionan (para aumentar el gasto
del equipo de gobierno en decenas de miles de euros al año desde que comenzó su
gobierno sí) porque ni al menos preparado no se le ocurriría el reformar
primero la biblioteca, dejando a los abuelos sin local.
Claro que se demuestra la falta de proyecto, aquí les dejo
un documento oficial que lo certifica, no había proyecto para el local de los
abuelos, queda clarísimo.
Por tanto, los abuelos se verán privados por tiempo indeterminado
de reunirse, las abuelas del grupo de labores igual, una verdadera vergüenza.
Sería de agradecer que los vecinos afectados -que son
familias enteras- tengan memoria, que recuerden la próxima vez que les pidan su
voto, recuerden, este gobierno humilla sus abuelos y deja tirados a las
personas que sufren problemas motrices severos.
Puigcerdà a través de Piñeira sigue sumando medallas,
medallas a la improvisación, al amiguismo, al aumento desmedido de gastos en el
equipo de gobierno, medallas a la humillación de la tercera edad, a la falta de
capacidad de gestión (gastaron una fortuna en el ascensor inclinado para darse
cuenta a los pocos meses que está obsoleto) etc. etc.
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